Expedientados tres policías por "faltas muy graves" durante los incidentes con los inmigrantes de Ceuta

La Dirección General de la Policía ha expedientado a tres agentes por su actuación en los sucesos del pasado día 11 de octubre en Ceuta, donde se produjeron graves enfrentamientos entre unos 100 inmigrantes africanos y las fuerzas de seguridad. A los tres agentes se les imputan faltas "muy graves", por lo que podrían ser sancionados con hasta seis años de suspensión de empleo y sueldo, según dijo Andrés Carreras, secretario del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Ceuta. No se conoce en qué consistió su falta, pero fuentes policiales creen que pudiera ser por agredir a los inmigrantes. El SUP dice que "el primero al que habría que expedientar" sería el comisario jefe de Ceuta, José María Deira García.

Carreras criticó al director general de la Policía, Ángel Olivares, al que imputó haber incumplido la promesa que formulé el mismo día de los incidentes cuando, tras calificar la actuación policial de "perfecta", aseguró que no se iba a abrir ningún expediente.

"En todo caso", dijo el secretario general del SUP, "si la actuación policial no estuvo ala altura de las circunstancias, el primero al que habría que haberle abierto un expediente es el comisario jefe, José María Deira, que estuvo en el lugar de los hechos y sobre el que recaía la responsabilidad de dirigirla, cosa que no hizo".

El expediente abierto a los tres agentes es consecuencia de las investigaciones realizadas por la brigada de asuntos internos a partir de las imágenes grabadas por una televisión, en las que se ve a un grupo de personas de paisano golpear con dureza a los inmigrantes. Según fuentes policíales, es posible que alguna de estas personas haya sido identificada como funcionario.

El representante del SUP dijo ayer a este diario que es posible que algunos agentes acudieran al lugar de los incidentes sin el uniforme porque en ese momento estaban libres de servicio.

Durante los violentos incidentes, un policía resultó herido de bala y, aunque inicialmente se atribuyó el disparo a un inmigrante, las investigaciones posteriores descartaron esa sospecha.