La cohesión social vuelve a ser el eje de un programa aprobado por unanimidad

Los socialistas han recuperado en su programa la bandera de la cohesión social y territorial de España, frente al discurso que consideran españolista de José María Aznar. Felipe González, en su intervención ante el comité federal, defendió la profundización autonómica de España, pero puso acento en buscar la cohesión entre los territorios dado el importante nivel de descentralización a que se ha llegado en 15 años.

Precisó que la cohesión social se concreta en el Plan Hidrológico Nacional y en el desarrollo integrado de las telecomunicaciones e infraestructuras, recogidas en el programa electoral del PSOE como uno de, sus elementos básicos. El comité federal también dio el visto bueno a la reforma del sistema electoral. El programa fue aprobado por unanimidad tras un debate que absorbió toda la mañana del sábado.González expresó su preocupación porque el alto grado de descentralización autonómica: que hay en España afecté a la cohesión social. Puso el ejemplo de la vivienda, que, al no ser competencia del Estado, sino de las comunidades autónomas, obliga a una acción concertada entre instituciones. Insistió en que es el momento de hacer hincapié en esa actuación. "El socialismo democrático debe poner de relieve la cohesión territorial y social", insistió González.

Como elemento básico de la cohesión volvió a saltar sobre el tablero el Plan Hidrológico Nacional. El comité federal aprobó una enmienda, defendida por el ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, para precisar las interconexiones de las cuencas hidrográficas.

Es la primera vez que el PSOE asume esta precisión, bloqueada en el pasado por los conflictos interterritoriales, como el que enfrentó al presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, con el de la Comunidad Valenciana entonces, Joan Lerma. Bono dio el visto bueno a la enmienda.

La reforma del sistema electoral ocupó otro momento importante del debate. El comité federal aprobó estudiar su reforma con tres principios básicos, que González defendió ante el pleno: garantizar no sólo la participación de los partidos sino de los ciudadanos en la elección de los candidatos, esto es, desbloquear las listas; garantizar la conexión entre representantes y representados y mantener el sistema proporcional. González sugirió como posible modelo el sistema mixto alemán, que combina el voto proporcional a partidos y el voto al candidato por circunscripción.

El servicio militar ocupó el tercer capítulo del debate. La principal novedad corrió a cargo de Fernando Buesa, que propuso que se pague a los soldados un sueldo equivalente al de la pensión no contributiva, esto es, 32.000 pesetas mensuales. La propuesta fue rechazada por la mayoría. El comité federal aprobó el mantenimiento del plan actual hasta el año 2000, cuyo objetivo es combinar el Ejército profesional con el de reemplazo en una proporción de dos a uno.

González expuso en su intervención los tres condicionantes del Ejército actual: la demografía, la actitud de los jóvenes ante el servicio militar y la economía que no permite ampliar los gastos de Defensa. Defendió el estudio de fórmulas para que a parte del año 2000 se camine en la dirección de la profesionalización pero sin abandonar el Ejército de reemplazo.