Gracias, pregoneros
Siempre he pensado que cada cual puede ganarse la vida como pueda mientras no moleste a los demás. Pero no todos compartimos esta idea, por lo menos no el agradable tapicero que recorre las calles de Aluche a golpe de altavoz anunciando sus- servicios.Y no es sólo que me sé de memoria su copla (tapiza sillas, sillones, butacas, mecedoras, descalzadoras...), sino que, a veces, me despierto entonándola (es madrugador).
En ocasiones tengo más suerte y me otorga un obligado descanso en el estudio.
No creo que éste sea el método más adecuado para vender en el siglo XX; sin embargo, es bastante eficaz para molestar.-
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