"Madrid necesita un teatro de la Opera"
A los 14 años supo que la suya seria una vida en solfa. Mientras la Filarmónica de Viena rechazaba presencias femeninas, siquiera corno instrumentistas, y Von Karajan introducía de milagro una clarinetista en las filas de la Orquesta de Berlín, hace ya 10 anos que las manos d e Mercedes Padilla manejaron con firmeza una batuta en el Real de Madrid. El tiempo -y sobre todo el trabajo- la han hecho pionera Madrileña, es la primera mujer que funda y dirige una orquesta, título recién revalidado. Es la primera catedrática, de contrapunto y fuga exactamente, y la única mujer que ha dirigido una banda municipal. Todo combinado con su labor docente, a una edad que no quiere divulgar y que en absoluto aparenta.Pregunta. ¿Tiene Madrid lugares suficientes donde aprender música?
Respuesta. En este momento, sí. Afortunadamente, se han creado varios centros de segundo grado, además de este conservatorio elemental en cada barrio de Madrid. Hay demanda y vocación.
P. ¿Cómo recuerda aquella primera actuación en el Teatro Real?
R. Con muchísimos nervios. Además de la res ponsabilidad, dirigir en la primera sala de España es el sueño de todo profesional ¡Figúrese! La primera mujer y con su propia orquesta fundada un año antes. Por fortuna, la buena acogida superó todas las dificultades.
P. Estará usted al tanto de las reformas del Real y sus retrasos.
R. Naturalmente. Siempre que uno se mete en, obras, ya se sabe lo que ocurre. Me cuesta más aceptar excusas económicas porque la cultura no tiene precio. Es imprescindible que Madrid tenga un teatro de ópera, lo necesita, y yo estoy muy impaciente por comprobar su acústica.
P. ¿Precisa mas paciencia la enseñanza o la dirección?
R. Ambas cosas. Una clase se parece mucho a un ensayo.
P. ¿Actuar supone mas responsabilidad?
R. En un concierto la respuesta buena o mala es inmediata. Pero enseñando respondes de la educación musical de tus alumnos. De ti depende que sigan amando o no la música.
P. Usted ha recibido ofertas para dirigir orquestas extranjeras.
R. Y las acepto sólo como invitada. Soy madrileña, me gusta esta ciudad. El nombre de la orquesta es un homenaje a Madrid y no quiero vivir en ningún otro lado. Es muy ruidosa, pero aquí, como estará comprobando (se refiere al Conservatorio Superior de Música), no se oye ni una mosca.
P. ¿Siempre se sintió respetada en su trabajo?
R. Sí, tanto por hombres como por mujeres. Los músicos profesionales saben cuándo están frente a otro profesional. Sigo pensando que las mujeres, en general, lo tenemos más difícil, hay que hacer muchos más. méritos para llegar, pero yo me siento muy bien. El único secreto es estudiar y trabajar mucho.
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