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El partido que no quiere ser UCD

Aznar sitúa al mando del PP a sus futuros ministros para evitar errores de la Unión de Centro Democrático

Javier Casqueiro

El Partido Popular se disputa con el PSOE y con su pasado el preciado voto del centro de este país, el que determina la victoria en unas elecciones. Casi la totalidad de los votantes, los cuadros y los dirigentes de la extinta Unión de Centro Democrático están ya en el PP, como han comprobado los casi 3.000 compromisarios, invitados y periodistas acreditados en el XII Congreso Nacional celebrado este fin de semana en Madrid. "Todos menos Adolfo Suárez, que está por encima, como en un pedestal", remacha Jaime Mayor Oreja, entonces ex delegado del Gobierno en el País Vasco."Esto es como con la UCD", espetó alegre por los pasillos del Palacio Municipal madrileño un ex gobernador civil de una provincia andaluza de aquella época al reconocer a otro colega. "Es que un. político no se improvisa", bromea Emiliano Sanz, ex presidente de la Diputación de Huelva con la UCD, para justificar con el supuesto valor de la experiencia tanto traspaso. Pero esa nostalgia no es cierta del todo. Son casi los mismos pero están de otra forma. "Mi padre yo no sé si nos votaría" dice en el mismo tono el propio Sanz para presumir de centrado. Pero en el PP actual conviven, además de ex centristas, un núcleo fundacional que ya estaba en la antigua Alianza Popular y que se ha recolocado a fuerza de "renovaciones" y fracasos electorales. "Es que yo me he sabido reciclar muy bien", explica ilusionado Luis Molina, fundador hace 18 años de AP y ahora concejal madrileño precisamente encargado de recuperar los residuos urbanos.

Porque el PP sí es el partido cohesionado" que nunca fue Unión de Centro Democrático. Ésta es la conclusión que quieren transmitir a toda costa los máximos responsables populares.

Algunos de ellos, además, con la fe del converso. "Aquello era una amalgama de partidos montada desde el poder para poder concurrir a las primeras elecciones. De arriba a abajo. Esto es al contrario". El argumento lo esgrime Mariano Rajoy, ya un histórico del PP y vicesecretario general, y lo suscriben ahora al unísono Ectuardo Zaplana, presidente valenciano, y Mercedes de la Merced, teniende de alcalde de Madrid. Ambos formaban parte entonces, en la transición, de las Juventudes Centristas, los cachorros de la UCD. "Aquí estamos mucho mas a gusto. Hay más coherencia ideológica", apunta De la Merced. Zaplana apostilla: "Si este partido no fuera ahora el centro, nosotros no estaríamos aquí, y además mandando".

Jaime Mayor Oreja abundó sobre este argumento en la ponencia política del congreso, donde diferenció entre los tres centros distintos formados en España desde 1979. El primero, el de UCD (6.300.000 electores), sólo tuvo la misión de llevar a cabo la transición. El del PSOE (10.000.000) debía hacer el cambio y se aprovechó de la confianza que depositaron en ellos los ciudadanos. El PP (8.200.000) debería encargarse de devolver esa confianza a la sociedad. Mayor Oreja descarta que el PP se pueda desmembrar como le ocurrió a UCD tras la llegada al poder porque entiende, como otros dirigentes, que para eso se está reforzando ahora la cúpula del partido con más personas de la máxima confianza de Aznar. Él mismo, Rodrigo Rato y Mariano Rajoy serán ahora los vicesecretarios generales. La pretensión es que las directrices del futuro gobierno se nutran de ideas que surjan desde la dirección del partido. Por eso se manejan fundamentalmente los nombres de miembros de la ejecutiva en las quinielas de rninistrables.

El objetivo es evitar desconexiones, "como cuando en UCD cada barón de cada partido, porque aquello no eran corrientes, iba por libre y se creía con cualidades suficientes para ocupar el sillón del presidente del Gobierno", remarcan dirigentes populares procedentes de la UCD. "Aquí estamos todos en el mismo barco", subraya Mayor Oreja.

Aquellas Juventudes Centristas no sólo están todas ya en el PP, sino, que rodean a José María Aznar en el cada vez más monolítico grupo que dirige ese partido. Muchos disfrutan incluso del cotizado privilegio de tener despacho en Génova 13, sede central del PP. Miguel Ángel Cortés, director de la fundación del partido, y Carlos

Aragonés, coordinador del área de la Presidencia, dos colaboradores de Aznar ya en su gobierno de la Junta de Castilla y León, fueron los que repescaron para el PP a sus ex compañeros alevines del centro. Allí se foguearon, además, Javier Arenas, candidato a la Junta de Andalucía; Dionisio Ramos, hombre fuerte de Gustavo Villapalos en la Universidad Complutense; Gerardo Galeote, eurodiputado; José Manuel Fernández Santiago, consejero en Castilla y León; Tomás Burgos Beteta y José Antonio Bermudez de Castro, responsables territoriales en el aparato del PP.

Pedro Arriola, el sociólogo y asesor de Aznar, que en el congreso ha ejercido Con paciencia ante los compromisarios de marido consorte de Celia Villalobos, maneja sus propios datos e ideas para sustentar que el PP es ahora más de centro "y más interclasista" que UCD y que el PSOE por los perfiles sociales y profesionales más variopintos de sus votantes. Sobre la derrota presuntamente imposible del PP en estas elecciones, Arriola matiza: "El PSOE y el PP tienen en torno a cinco millones y medio de votos más o menos propios, fijos. El resto, hasta poder gobernar con unos 165 diputados, hay que ganárselo a ese espacio de varios millones de electores de centro, de indecisos, y eso no se consigue ahora en la campaña, donde sólo sé atrae a los 500.000 votantes que se decantan los últimos dos días por el caballo ganador. Hay que trabajárselo día a día desde hace tres años".

Arriola sostiene que el Partido Popular nunca padecerá los males que acabaron con UCD porque éste es su duodécimo congreso, lo que significa que "mucha gente ha recorrido un camino y se ha chupado mucha oposición".

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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