"La comunicación con el público es muy frágil en Madrid"

Jiennense de 38 años, José Maya ("soy uno de tantos madrileños que no ha pacido en Madrid") se ha convertido en una de las personalidades más acreditadas para hablar de teatro clásico en España. Este antiguo alumno de William Layton, vecino de Getafe (144.600 habitantes), fundó Zampanó Teatro en 1981 y bajo su dirección la compañía ha cosechado notables éxitos, como sus recientes trilogías de Lope de Vega y Calderón de la Barca. Este año comienza para Maya con el reto de estrenar en la capital El burlador de Sevilla, la obra de Tirso de Molina que da origen al tan español mito de Don Juan.Pregunta. ¿Encuentra injusto que el Don Juan de Zorrilla haya eclipsado a todos los demás?

Respuesta. Sí, sobretodo porque no puedo evitar que el personaje de Zorrilla me parezca un chulo, un prepotente. El Don Juan de Tirso es un transgresor de las normas sociales, un hombre que vive tan al límite que va hacia la muerte desde un principio.

P. ¿Hay algo de donjuanismo en los madrileños?

R. Me da la sensación de que todos tenemos un Don Juan dentro, aunque guardado. El hombre conserva aún cierta capacidad de transgresión, pero el aparato es tan agobiante que ésta se oculta.

P. ¿Ha procurado ser respetuoso con el texto original?

R. En Zampanó intentamos no traicionar nunca la estructura, el alma de la obra; por eso en El burlador sólo hemos actualizado los chistes de la época.

P. ¿Por qué el teatro clásico goza de tan buena salud?

R. Porque sus autores supieron dar las claves del comportamiento humano, con sus contradicciones y sus miserias. El hombre, en estos tres siglos, a penas ha cambiado nada.

P. Su obra ya ha pasado por Alicante y el País Vasco. ¿Qué peculiaridades presenta el espectador madrileño frente al resto?

R. El público de provincias goza de menos ofertas culturales, y por eso conserva más la inocencia y entra al trapo con honestidad. En cambio, la comunicación con el público es muy frágil en Madrid: se hace complicado involucrarlo en el escenario,

P. En Getafe, donde la compañía firmó un concierto hace dos años, ¿han encontrado su lugar ideal?

R. Hemos conseguido, al menos, estrenar Macbeth y El burlador en unas condiciones óptimas, porque antes, sin un sitio estable, siempre andábamos a salto de mata.

El burlador de Sevilla. Teatro Fígaro. Doctor Cortezo, 5. Metro Tirso de Molina. Hasta el 4 de febrero. De martes a domingo, a las 19,30. 'Viernes y sábados, también a las 22.45. Domingos, también a las 17.00. De 1.600 a 2.600 pesetas.