Autopistas y autovias reducen a la mitad los accidentes mortales

El riesgo de mortalidad en las carreteras transformadas en autovías se ha reducido en un 58%, según un estudio realizado por la Dirección General de Carreteras (DGC) sobre seguridad vial. El informe ha detectado 780 tramos peligrosos, 287 de los cuales se encuentran en la red de gran capacidad, en la que entre un 20% y un 40% de los vehículos involucrados en accidentes con víctimas circulaban por encima de los límites de velocidad.

Conducir por una carretera de doble calzada acorta distancias y disminuye a la mitad el riesgo de los accidentes mortales. Un estudio de la Dirección General de Carreteras sobre 1.127 kilómetros de la red estatal transformados en autovías arroja una disminución del 41% en las víctimas mortales y una caída del 58% en el riesgo de mortalidad a pesar de registrar incrementos de tráfico del 26%.Según los expertos, las vías de doble calzada evitan las maniobras más peligrosas, que pueden causar el choque frontal por adelantamiento o las salidas de la vía en dirección contraria. Pero igual de relevante es el auxilio rápido a los heridos gracias a la fluidez de acceso de los servicios de socorro. "Si se consigue evacuar a las víctimas a los 10 minutos de ocurrir el accidente, un 20% salva la vida", afirma Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial de Valencia.

Su colega Gregorio Martín, director del Laboratorio de Sistemas Inteligentes de Tráfico en Valencia, cree que en la ganancia de tiempo ha sido fundamental la instalación de postes de auxilio SOS en este tipo de carreteras. "La utilización de helicópteros en la evacuación de los heridos y la mejora de los servicios de rescate hacen que, aun produciéndose menos accidentes, disminuyan las víctimas mortales. Esta mejora en los sistemas de emergencia eleva la probabilidad de sacar con vida a las víctimas".

El estudio contempla la evolución de la accidentalidad en el periodo 1989-1994 en la red estatal de carreteras, constituida por 22.500 kilómetros (un 6,5% de los viales nacionales), sobre los que discurre más de la mitad del tráfico del país. En él se afirma que, "a partir de 1990, con la entrada en servicio de 750 kilómetros de nuevos tramos de autovía, el número de accidentes con víctimas en 1994 descendió en más de 8.000 con relación a los ocurridos en 1989, lo que representa un porcentaje superior al 30%".

A pesar del incremento del tráfico en el periodo analizado, el riesgo de accidentes con víctimas en esta red ha descendido un 50% al bajar el índice de peligrosidad (coeficiente de dividir el número de accidentes con víctimas por cada 100 millones de kilómetros recorridos) del 40,3% al 20,1%. Del mismo modo, el número de víctimas mortales, que pasó de 3.086 en 1989 a 2.043 en 1904, se ha reducido en un 33% en términos absolutos y en un 5 1 % el riesgo de mortalidad (muerto! por cada 100 millones de kilómetros recorridos) al bajar del 5,11% al 2,5%. Esa tendencia se acentuó en el. último año estudiado (1994) al producirse un descenso del 19% en el número de víctimas mortales, pero volvió a incrementarse (un 7,4% y un 1,7%, respectivamente) en el primer semestre de 1995.

En el descenso de siniestralidad ha influido la entrada en servicio de 341 variantes de población al suprimirse muchos puntos conflictivos, originados por la colisión entre las pautas de conducción en tráficos de larga distancia con los hábitos del entorno urbano y los peatones.

El estudio ha detectado 780 tramos de concentración de accidentes(TCA), concepto que ha relevado al antiguo de puntos negros. Estos tramos se concentran en las carreteras radiales, preferentemente la N-IV, N-340, N-II, N-VI, N-I, N-III y N-525. Por provincias, destacan en Madrid la M-30, N-III (entre los kilómetros 41 y 135, se registró un incremento del 40% en el primer semestre de 1995); en Valencia, la N-III, y en Barcelona, la N-II y N-340. El coste de eliminar los 780 TCA se eleva a 31.200 millones de pesetas.

Entre la tipología de los accidentes con víctimas más frecuentes se menciona que, el 45416 se producen por salidas de la calzada y que entre un 25% y un 40% de los vehículos involucrados circulaban a velocidad excesiva.