Pier protagoniza la victoria del Betis

Pier fue el factotun. Hasta el minuto 83 nada había ocurrido. Apareció el delantero, después de haberse escondido durante el resto del partido, y lo hizo todo. Marcó dos goles, entregó gratis el tercero y, para redondear su absoluto protagonismo, fue expulsado. Todo eso en cinco minutos. No dio para más un choque sin gas, tedioso. El Valladolid vivió sano y salvo mucho tiempo, pero murió, desparramado y hundido, después del primer testarazo de Pier.El Betis preparó un partido pausado. Lo suyo fue un ejercicio de paciencia. El equipo estaba señalado por el fracaso de su última comparecencia en Villamarín, ante el Celta, precisamente por obrar a menudo muy cerca del precipicio.

La expulsión de Antía no reanimó a los locales. Un sencillo paso atrás vallisoletano descubrió a un Betis somnoliento, excesivamente suficiente. El Betis permanecía impávido. Nadie ejecutaba nada, su juego era plano y funcionarial.

Tanto esperó el Betis que, muy pronto, volvió a encontrarse con el partido original: se quedó sin Merino, al que Daudén eliminó por cazar a Benjamín. A la media hora regresó la igualdad numérica, pero no hubo nada nuevo hasta el descanso.

La reanudación sorprendió al Betis en Babia. Vara se inventó una jugada de eslalon, con dos túneles (uno a Jaime y otro a Ríos), que Peternac desperdició después en un mano a mano ventajoso con Jaro. El Betis llegó al último cuarto de hora sin botín y sobresaltado por el pánico que generaba Quevedo cada vez que agarraba un contragolpe. Al final llegaron las urgencias. El Betis se agarró a la sociedad Jami-Pier, la más rentable. El croata puso veneno en el efecto que imprimió a un saque de esquina y Pier desatascó el partido. Antes del final anotó su undécimo gol en la Liga y sirvió el 3-0.