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López Garrido confía en salir elegido séptimo diputado de IU por Madrid

Diego López Garrido, hasta ahora diputado de IU por Madrid y miembro de la corriente Nueva Izquierda, dijo ayer que acepta el resultado de las listas electorales, que le colocan en el número siete por Madrid, porque en política, argumentó, "hay que estar a las duras y a las maduras". Pero los problemas de Nueva Izquierda no han terminado. Jerónimo Andreu, diputado por Cádiz, veía anoche peligrar su reelección.

López Garrido, que compareció ante la prensa con un gesto de cansancio, reconoció que, como es "de carne y hueso y un optimista histórico", siempre confié en que iría en mejor posición. Aún así, dijo estar convencido de que será diputado en la siguiente legislatura. "No porque el séptimo sea yo", dijo, "sino porque, si sacamos menos, sería un fracaso muy serio"."El problema no es Diego López Garrido, el problema es la pluralidad de IU", comentó, y añadió que el hecho de que el número uno y el dos de la lista sean del PCE y él haya bajado del número dos al siete no es un síntoma de la lucha por la hegemonía, sino de la pluralidad que existe dentro de la coalición. En ese sentido consideré positiva- la inclusión en las listas de Cristina Almeida (Nueva Izquierda) y de Pablo Castellano (Pasoc) porque se corrige el "error" de 1993."Nuestra posición es mirar hacia el futuro en las listas de IU y colaborar con absoluta lealtad al proyecto de una izquierda no excluyente, abierta y no hegemonizada por nadie" dijo, y aunque expresó su apoyó al liderazgo de Julio Anguita no quiso pronunciarse sobre la posibilidad de que haya sido objeto de un castigo político en IU."No es el momento de hurgar en los problemas", matizó López Garrido, "sino de aunar esfuerzos y mantenernos unidos para llenar el vacío en que el PSOE ha dejado sumida a la izquierda". "Una renovación de la izquierda pasa por un crecimiento importante de Izquierda Unida, lo único que va a permitir que la izquierda se enfrente al adversario principal que es la derecha", añadió. El portavoz de Nueva Izquierda afirmó que no hablará más de las listas porque, "al margen de las consignas que haya podido o no haber", se ha votado democráticamente.Pero no han terminado los problemas de Nueva Izquierda. Jerónimo Andreu, diputado por Cádiz de IU y miembro de esta corriente, al que se daba como cabecera de lista, veía ayer cómo peligraba su candidatura. Anoche se filtraba que Willy Meyer, de la línea dura del PCE, había salido preseleccionado como candidato. La ejecutiva andaluza estudiaba ayer si se colocaba a Andreu de número dos.

La exclusión de Andreu sería considerado por Nueva Izquierda casus belli, según esta córriente que anunciaron que reconsiderarían su postura en IU.

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