En la Internet, el rey son los contenidos
BILL GATESEl autor asegura que las oportunidades que ofrece Internet son extraordinarias y muchas empresas están trazando planes para crear contenidos destinados a la red.
Preveo que gran parte del dinero real en la Internet se ganará en los contenidos, como sucedió con la televisión. La revolución de la televisión que comenzó hace medio siglo hizo surgir una serie de industrias, incluida la fabricación de decorados, pero a la larga, ganaron los que utilizaron el medio para ofrecer información y entretenimiento.En una red interactiva como la Internet, la definición de "contenido" se hace muy amplia. Por ejemplo, los programas informáticos son una forma de contenido, una forma muy importante y la que para Microsoft seguirá siendo, de lejos, la más importante. Pero las grandes oportunidades para la mayoría de las empresas están en el suministro de información o entretenimiento. Ninguna empresa es demasiado pequeña como para no participar. Una de las cosas emocionantes de, la Internet es que cualquiera que tenga un ordenador y un módem. puede publicar todo contenido que consiga crear. En cierto modo, la Internet es el equivalente multimedia de la fotocopiadora. Permite que el material sea duplicado a bajo coste y sin que importe lo numeroso que sea el público. La Internet permite también que la información se distribuya por todo él mundo con un coste marginal básicamente de cero para el editor.
.Las oportunidades son extraordinarias, y muchas empresas están trazando planes para crear contenidos destinados a la Internet. Por ejemplo, la cadena de televisión NBC y Microsoft acordaron recientemente entrar juntas en el negocio de las noticias interactivas. Nuestras empresas poseerán conjuntamente una cadena informativa por cable, la MSNBC, y un servicio interactivo de noticias en la Internet. La NBC mantendrá el control editorial sobre la empresa común.Creo que las sociedades intensificarán la, competencia (y habrá sonados fracasos, lo misino que éxitos, en todas las categorías de contenidos populares),no sólo en los programas y las noticias, sino también en juegos, entretenimiento, deportes, programación, guías y directorios varios, anuncios por palabras y comunidades interactivas consagradas a grandes intereses. Las revistas impresas tienen lectores que comparten intereses comunes. Es fácil imaginar que estas comunidades recibirán servicios de ediciones electrónicas interactívas.
Pero, para tener éxito en el mundo interactivo, una revista no puede simplemente coger lo que contiene la revista impresa y ponerlo en un entorno electrónico. En los contenidos impresos no hay suficiente profundidad ni interactividad como para superar los inconvenientes del medio interactivo. Si se quiere que la gente se preste a conectarse por medio del ordenador para leer una pantalla, hay que recompensarla con información profunda y muy actualizada que pueda explorar a capricho. Necesita que haya sonido, y posiblemente imágenes de vídeo. Necesita una oportunidad de participar personalmente que vaya más allá de las páginas de cartas al director que ofrecen las revistas impresas.
Una pregunta que está en la mente de muchos es en qué casos las empresas que sirven a grupos de interés en la prensa escrita ,tendrán éxito en sus servicios in teractivos. La Internet pone incluso en duda el futuro de, algunas revistas impresas.
Por ejemplo, la Internet está revolucionando ya el intercambió de información científica es pecializada. Las publicaciones científicas impresas suelen ser de pequena tirada, lo cual hace subir su precio. Las bibliotecas universitarias son una gran parte del mercado. Es una manera incómoda, lenta y cara de distribuir. información a un público especializado, pero no había al ternativa. Ahora, algunos investigadores están empezando a utilizar la Internet para publicar hallazgos científicos. Esta práctica es un desafío al futuro de algunas venerables publicaciones en papel. Con el tiempo, la amptitud de información en la Internet será enorme, lo que hará irresistible a la red.
Aunque el ambiente de fiebre del oro está limitado ahora a Estados Unidos, preveo que se extenderá a todo el mundo conforme los costes de las comunicaciones vayan bajando y una masa crítica de contenidos localizados esté disponible en diferentes países.
Para que la Internet prospere, los proveedores de contenidos tienen que cobrar por su trabajo. Las perspectivas a largo plazo son buenas, pero imagino muchas decepciones a corto plazo, cuando las empresas de contenidos luchen por ganar dinero con publicidad y suscripciones. Esto no funciona todavía, y tal vez no lo, haga en algún tiempo.
Al menos hasta ahora, la mayor parte del dinero y el esfuerzo puestos en la edición interactiva son poco más que un amoroso empeño, o un intento de promover productos que se venden en el mundo no electrónico. A menudo, estos esfuerzos se basan en la creencia de que con el tiempo alguien ideará cómo obtener ingresos.
La publicidad promete a la larga. Una ventaja de la publicidad interactiva es que el mensaje inicial sólo tiene que atraer la atención en vez de contener mucha información. El usuario puede hacer clic sobre un anuncio para obtener información adicional y él anunciante puede medir si la gente lo hace.
Pero hoy el total de ingresos por suscripciones o por publicidad que reporta la Internet es casi cero, quizá 20 o 30 millones de dólares en total. Los anunciantes siempre se muestran un poco reacios ante un medio nuevo, y la Internet, ciertamente, es nueva y diferente. Puede que parte de la reticencia de los anunciantes esté justificada, porque a muchos usuarios de la red., les entusiasma más bien poco ver anuncios. Una de las razones es que muchos anunciantes usan grandes imágenes que lleva mucho tiempo cargar en el ordenador a través de la línea telefónica. Los anuncios de las revistas también ocupan espacio, pero el lector puede pasar rápidamente la página. Conforme las conexiones con la Internet vayan haciéndose más rápidas, la incomodidad de esperar a que se carge un anuncio irá disminuyendo hasta desaparecer. Pero pata eso quedan unos años.
Algunas empresas de contenidos están experimentando con sucripciones, a menudo con el gancho de algunos contenidos gratuitos. Sin embargo, tiene la pega de que tan pronto como una comunidad electrónica cobra las suscripciones, el número. de visitantes desciende drásticamente, con lo que se reduce su valor para los anunciantes.
Una buena razón de que pagar por contenidos no funcione aún demasiado bien es que no es práctico cobrar pequeñas cantidades. El coste y las molestias de las transacciones electrónicas hacen poco práctico el cobrar una tarifa por suscripción que no sea bastante alta. Sin embargo, dentro de un año, habrá mecanismos que permitirán a los proveedores de contenidos cobrar unos céntimos por la información. Si usted se decide a visitar una página que cuesta un céntimo, no extenderá un cheque ni recibirá una factura por correo por la cantidad de un céntimo. Simplemente hará clic sobre lo que quiere, sabiendo que se le cobrará un céntimo según una base agregada. Esta tecnología liberará a los editores, que podrán cobrar pequeñas cantidades de dinero con la esperanza de atraer al gran público. Quienes tengan éxito impulsarán la Internet como un mercado de ideas y productos: un mercado de contenidos.
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