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AUTOMOVILISMO MUNDIAL DE RALLIES

El año de la confusión

Carlos Sainz empieza a preparar una temporada con muchas incógnitas

Carlos Sainz pone en marcha esta semana la más extraña de sus temporadas en el Mundial de rallies. El mejor piloto español de siempre viajó ayer a Suecia para comenzar, con su nuevo Ford Escort, los entrenamientos del primer rally de un campeonato atípico. El año 1996 no puede ser más raro para una especialidad, los rallies, que no acaban de despegar como gran acontecimiento.. En 1996 no va a estar presente el equipo Toyota, excluido del campeonato del mundo. En 1996 tampoco van a contar para el Mundial pruebas tan carismáticas y tradicionales como las de Montecarlo, Portugal o el RAC Rally. Y para 1996 todavía no se ha definido el papel de muchos de los pilotos protagonistas de las últimas temporadas.

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La intención, diáfana y permanente, de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) de relegar los rallies al segundo plano y dar prioridad a la fórmula 1 sigue ofreciendo resultados. Si no, ¿cómo se interpreta un calendario en el que no está Montecarlo, la prueba más popular y publicitaria, pero entra, por primera vez, el Rally de Indonesia? ¿Y quién entiende que no se sepa todavía claramente cuál será el reglamento técnico para la siguiente temporada?

Inicio inminente

Todo navega en un mar de confusión. Marcas, pilotos, organizadores de carreras, aficionados. ¿Hacia dónde viaja el Mundial de rallies? ¿Qué futuro le espera? Lo único claro es que la temporada, 1996 se echa encima -el Rally de Suecia se disputa del 9 al 11 de febrero- y que pesan más las ausencias que las presencias. Y eso no es bueno.Explicar lo que se avecina no es sencillo. Van a coexistir, como el año pasado, dos campeonatos paralelos. El absoluto es el que corre Sainz, el que afrontan Subaru, Ford y MItsubishi con los habituales coches de grupo A Incluye nueve rallies desde Suecia hastáel Cataluña, que cerra rá el curso en noviembre.A la sombra de este Mundial va a desarrollarse otro reservado a coches menos poderosos, los F 2. Son vehículos de dos ruedas motrices con motor atmosférico -no turbo- y hasta dos litros. Varias marcas que apuestan por esta categoría, entre ellas Seat, que aspira a brillar de la mano del campeón de España Jesús Puras. Algunas pruebas de su calendario son coincidentes con el campeonato principal, otras sólo puntúan para éste, que empieza en Montecarlo y acába en el RAC Rally.Otros constructores que anuncian participación en el Mundial de F-2 son Peugeot -harta de que sus motores hagan el ridículo en la fórmula 1-, Renault, Nissan, Opel, Ford. Incluso Citroën se plantea abandonar los raids africanós y apostar por los rallies.La segunda división que es la categoría F-2 fue ideada por la FIA como un reclamo para los fabricantes y como una escala previa a la reglamentación futura. Los F-2 más evolucionados llamados kit car, deben servir de base a los prototipos del futuro, que la FIA llama world-rally car y que volverán a tener turbo y tracción total. Deberían empezar a competir en 1997, como categoría absoluta unificando todas las denominaciones. Algunas marcas por ejemplo Toyota, Ford y Citroën- ya los están desarrollando. Pero la realidad es que nada es evidente en los planes de la federación.

Tanto lío afecta a los certámenes nacionales. En España, por ejemplo, para el campeonato de rallies 1996 sólo puntúan los F-2, pero no los kit car autorizados a competir fuera de categoría, sin sumar puntos ni pelear por el título. Queda claro que, para los rallies, 1996 va a ser el, año de la confusión.

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