La política y lo imposible

Si alguien definió la Política (con mayúscula) como "el arte de hacer factible lo difícil y difícil lo imposible", no cabe duda de que el panorama sociopolítico que se vislumbra en los albores de 1996 es harto difícil y, en algunos aspectos, imposible de despejar.A un paro de más de dos millones y medio de españoles se suma una industria descapitalizada y con pocos horizontes; un PNB fláccido; unos sectores de pesca y agrícola estancados y en precario; una guadaña terrorista al parecer imparable; unos agentes sociales asaz desconcertados; una grey política que, en general, mira más a su propio ombligo que al estómago de los ciudadanos; y, lo que es peor, una perceptible pérdida de ilusión, esperanza y confianza en el devenir de España para salir de este bache -rayano en socavón- que nos permita aspirar, ¡oh quimérica ilusión!, a ser partícipes de la moneda única europea en 2002.

Compleja es la tarea que tendrá ante sí el Gobierno, cualquiera que sea su color, que resulte de las elecciones del próximo 3 de marzo. El Gobierno en cuestión habrá menester de una gran dosis de inteligencia, tesón, honestidad, decisión y mano izquierda, aunque sea de derecha... No arriendo las ganancias al futuro Ejecutivo, pero si consigue enderezar y reorientar el rumbo de nuestro país y es capaz de controlar sus huestes -en el sentido de honradez gestora-administrativa-, puede tener casi garantizada una permanencia de gobierno por espacio de 15 o más años.¡Amén!-