"No jugáis bien, y tú comes chupa-chups"

"Mi padre dice que jugáis mal en el campo y que tú comes chupa-chups". Johan Cruyff, técnico azulgrana, encajó con buen humor las reflexiones que, micrófono en mano, le dirigieron un grupo de niños deficientes psíquicos de la Asociación Catalana de Deportes y Ocio (Acell) en el Salón de la Infancia y de la Juventud de Barcelona.La entidad está promocionando para octubre la próxima edición de los Specials Olímpics en Reus (Tarragona) para disminuidos, y logró que tanto Cruyff como Juan Antonio San Epifanio, Epi, respaldaran con su apoyo la iniciativa. Los niños guardaron silencio mientras Cruyff y Epi, en rueda de prensa, daban su apoyo desinteresado al proyecto, pero luego actuaron de improvisados periodistas y empezaron a bombardear a preguntas a Cruyff, justamente la semana en que el técnico ha decidido reducir a la mitad sus comparecencias ante la prensa. "Es una pena que Zubizarreta ya no esté en el Barça", insistió otro de ellos. No era la primera vez que Cruyff oía semejante acusación. El pequeño ya le había realizado el comentario al holandés tras disputar un minipartido de fútbol en uno de los múltiples campos del Salón de la Infancia que se organiza cada Navidad en Barcelona. "Pero bueno", le replicó al final el entrenador, "tú quieres siempre que gane el Barça, ¿no?", dijo justificando la salida del guardameta vasco. Luego escuchó preguntas sobre dos de las espinas que tiene clavadas: sobre la lesión de su hijo Jordi -"A ver si se recupera y ganamos la Liga, que es lo que queremos todos", contestó- y sobre la final de la Liga de Campeones en Atenas, donde el Milan apalizó al Barça. "¿Por qué el Milan se llevó la Copa de Europa y nosotros la Liga?", se preguntó Cruyff. "Todo el mundo quiere ganar y no siempre puede ser. No quiere decir que el que pierda sea malo".El trascendental partido que el Barça jugará mañana ante el Espanyol, que le supera en tres puntos, fue tratado sólo de puntillas. Cruyff, que preside una fundación para promocionar el deporte entre los disminuidos, pidió a la prensa y a la sociedad un esfuerzo para atender las necesidades de estas personas. "El partido estará bien cubierto, pero esto es un problema del día a día. En Reus habrá dos mil niños deficientes, que supo nen dos mil familias y dos mil problemas. Se necesitarán mil voluntarios para atenderlos. Pero la historia no se acaba esos días. Queremos que la gente se mentalice y esté orgullosa de su ayuda".

Puede que Cruyff tenga problemas en casa, pero allá donde va arrasa. No paró de recibir saludos, de firmar autógrafos, y, tuvo que marcharse escoltado y a toda carrera. Antes, siguió escuchando la cantinela de Zubizarreta: "A mí no me importa. Los niños son sinceros y hablan sin la desconfianza de los adultos. Es muy fácil entenderse con ellos".