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Marruecos enclaustra la amenaza islamista

Rabat mantiene detenido en su casa al líder integrista Abdesalam Yasin

FERRAN SALESMarruecos mantendrá bajo detención domiciliaria al jeque integrista Abdesalam Yasin, máximo responsable de la organización Justicia y Caridad, una de las formaciones islamistas más influyentes del país. El anuncio fue hecho por el ministro del Interior, Dris Basri en el transcurso de una comparecencia efectuada en el Parlamento de Rabat en respuesta a las preguntas de cuatro diputados de la oposición.

Abdesalam Yásin, de 67 años, ex funcionario del Miáisterio de Educación, deberá continuar detenido en su propia casa, situada en Salé, cerca de Rabat, tras haber fracasado las negociaciones establecidas con el Gobierno, en un intento de levantar su situación de arresto domiciliario, al que se encuentra sometido desde hace más de cinco años.

La iniciativa de estas negociaciones partió del propio Gobierno, tras haber escuchado los ruegos y las demandas de los partidos de la oposición democrática especialmente la formación nacionalista Istiqlal-, quienes desde hace: varios meses venían reivindicando la liberación del preso de Salé. Estas demandas estaban además apoyadas por otras similares efectuadas por las asociaciones internacionales de defensa de los derechos humanos, entre ellas, Amnistía Internacional, que a principios del mes de diciembre realizó una gira por Marruecos,

El ministro del Interior propuso al líder integrista su inmediata puesta en libertad, pero le solicitó como contrapartida que se abstuviera de toda actividad política o religiosa.

Esta propuesta le fue -rransmitida al propio Yasin por el fiscal general de Rabat, el gobernador de Rabat-Salé y el responsable del Ministerio de Asuntos Religiosos en Salé en el transcurso de una reunión celebrada en casa del jeque, a la que asistieron también diversos familiares del detenido.

"Yo no he pedido nada a nadie. Si ustedes quieren verdaderamente levantar mi protección -arresto domiciliario-, permítanme que mi asociación se convierta en partido político", respondió el líder integrista Abdesalam Yasin a los emisarios del Gobier no según versiones del propio ministro ,del Interior desveladas en su comparecencia ante el Parlamento.

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Horas antes de que se efectuara esta reunión, el propio líder integrista había acudido a orar a una mezquita cercana de su domicilio, acompañado de un gran número de fieles y seguidores, a quienes dirigió un discurso en el que criticó al Gobierno, al que responsabilizó de los problemas políticos y sociales que afectan a Marruecos.

La actitud y la propuesta del líder integrista de legalizar su organizacion es, según el ministro del Interior, inaceptable e inviable, ya que la Constitución y el Código de las Libertades Públicas prohíben la creación de formaciones políticas que no reconozcan las libertades de los otros. Pero además, según Dris Basri, la legalización como partido de la organización integrista Justicia y Caridad significaría una transgresión del artículo 19 de la Constitución, en el que se establece que "el rey es el conductor de los creyentes"' y "vela por el respeto del islam y protege los derechos y libertades de los ciudadanos". Con esta respuesta, el Ministerio del Interior marroquí se reafirma en la decisión, tomada años atrás, de no legaflzar a los partidos y a las organizaciones integristas islámicas, a las que somete a un estrecho cerco y vigilancia. Esta política de restricciones afecta incluso a las organizaciones islamistas más moderadas, como la que preside en Rabat el profesor Abdelila Benkiran, cuya formación, aun siendo tolerada, nunca se ha visto legalizada. El Gobierno de Rabat se reafirmó en su decisión de no legalizar a las formaciones integristas en 1989 tras observar lo sucedido en Argelia, donde, transgrediendo todos los pactos efectuados por los jefes de Estado del Magreb, se permitieron las actividades del Frente Islámico de Salvación.

Sin amnistía para Justicia y Caridad

, Varias decenas de militantes fundamentalistas de la organización Justicia y Caridad están encarcelados en Marruecos a pesar de los indultos y amnistías decretados por el rey Hassan II en los últimos meses.

Justicia y Caridad fue creada a principios de 1980 como una organización bénefica. Pocos años más tarde empezó a estructurarse como partido político pero las autoridades se lo impedieron, procediendo a su ilegalización y deteniendo a numerosos militantes y dirigentes. Justicia y Caridad fue disuelta oficialmente el 10 de enero de 1990.

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