Cinismo

La conclusión a la que han llegado los expertos reunidos en el I Congreso Nacional sobre Adicciones es que "el alcoholismo juvenil se convierte en uno de los mayores problemas de la sociedad española". El que los jóvenes se atiborren de bebidas con contenido alcohólico es ciertamente un problema, pero debemos considerar esta conducta como resultado o consecuencia de ciertos males, que condicionan este comportamiento.Justificar la irresponsabilidad de los menores o adolescentes no resulta difícil. Si escarbamos en los cambios que ha sufrido nuestra sociedad en los últimos años, podremos encontrar factores que contribuyen a propiciar hábitos poco razonables. En el congreso antes mencionado ya se señalaba que el país ha sufrido un "cierto cambio de pensamiento". Los valores que predominan son el dinero y el éxito a toda costa alcanzado de forma meteórica. Cuando estas posibilidades quedan ahogadas por un porvenir poco alentador, la reacción es tirar la toalla y vivir al día, buscando herramientas de satisfacción personal de forma inmediata para alejarse de una realidad poco placentera. El abuso de bebidas alcohólicas o de los brebajes que se están poniendo de moda es utilizado para escapar de uno mismo y de las circunstancias que le rodean. Existen barreras infranqueables que frenan la ilusión de los más débiles: la selectividad, la masificación en la Universidad, el paro, el acceso a la vivienda...

Criticar a la juventud actual y tacharla de borracha y vandálica constituye un ejercicio de cinismo. Los adultos hemos consentido y auspiciado una sociedad avejentada y sin futuro, consumista y permisiva. Tampoco podemos convertir las bebidas alcohólicas en chivo expiatorio; las ponemos a su disposición sin educarles en el consumo responsable.-