Un mensaje a Borís Yeltsin

Más de dos tercios de los rusos han votado, y en calma. Por primera vez en la historia de Rusia, una Cámara elegida por sufragio universal, la Duma actual, va a renovarse sin ruptura, sin golpe de Estado. En un país que está haciendo el aprendizaje de la democracia, ésta es la primera lección, reconfortante, del escrutinio del domingo 17 de diciembre. Si las elecciones presidenciales previstas para junio de 1996 se desarrollan con tanta serenidad, si Borís Yeltsin acepta no ceder a las tentaciones autoritarias (...), entonces se podrá afirmar que se ha dado un inmenso paso. El éxito, esperado, de los comunistas y el mantenimiento, más sorprendente, de los ultranacionalistas de VIadímir Zhirinovski son, por contra, las novedades menos tranquilizadoras. Los millones de electores que han votado a estos partidos han querido, en primer lugar, lanzar un mensaje claro: ¡basta, de miseria, basta de mafias! ( ... ) Si son nostálgicos, no es de una Unión Soviética imperial y dictatorial, sino de una sociedad en la que se comía y donde se podía salir de casa sin temer que te atacasen. Si tienen miedo, no es de ver a la OTAN extenderse a los países de Europa oriental, sino de imaginar a sus hijos muriendo en Chechenia. ( ... ) El peligro sería ver al presidente ruso ( ... ) utilizando estas voces para aumentar la presión en la escena internacional, convertirse en defensor intransigente de los rusófonos y oponerse a toda evolución geográfica de la OTAN. (...), 19 de diciembre