Agua fría o caliente

,¿Caliente o fría? La temperatura del agua de las piscinas climatizadas, que según las ordenanzas municipales debe oscilar entre los 24 y los 30 grados, se matiene -gracias a enormes calderas- en la mayoría de los recintos a una media de 26 grados."Sólo los niños se quejan", asegura una monitora de natación de la piscina de La Concepción. "Para mí, incluso está demasiado caliente", añade. "Cuando entras siempre te da impresión, pero es el contacto con la humedad más que frío. Luego hasta está caliente", dice una nadadora.

El agua de las piscinas debe estar caliente para las personas con problemas de huesos. Pero, como matiza el coordinador de la Asociación Española de Fisioterapuetas, Juan José Massó, las piscinas municipales no son piscinas terapeúticas.

"Una piscinas terapeútica debe tener unos 36 grados; es decir, la temperatura corporal, y tienen que estar vigiladas porque a esas temperaturas se pueden provocar caídas de tensión. No se puede nadar en una piscina así, sólo se pueden hacer ejercicios nada bruscos y vigilados por profesionales. Nadar sería peligroso".

"El problema", añade Massó, "está en que la gente combate problemas de espalda sin saber cómo. La automedicación siempre es peligrosa. No es serio hacer una actividad terapéutica en una piscina de esas. Esas piscinas son para hacer deporte".

En el Instituto Municipal del Deporte (IMD) no hay registro de cuánta gente acude a sus piletas por cuestiones de salud. Aunque por experiencia saben que son muchos. Una simple encuesta por las piscinas madrileñas climatizas da idea de ellos. Excepto los niños -y no todos-, las gran mayoría de las personas consultadas durante una tarde coinciden en que cumplen la disciplina de ir varias veces a una piscina para combatir dolores cervicales y de espalda en general.

"¿Pero existe algún madrileño que no tenga problemas de espalda?", señala la ATS de la piscina de La Latina. "A todos nos duele. Así que lógicamente en una piscina de éstas, la mayoría de la gente vendrá por eso".