El Compostela, en el último suspiro
La fe sigue dando victorias al Compostela. El equipo revelación del campeonato volvió a demostrar que nada es imposible si se persigue hasta el final. Después de 90 minutos de juego anodino logró tumbar al Racing con el tiempo reglamentario ya cumplido. Los dos goles no hacen justicia a su juego, pero sí a las ganas que puso para superar todas las adversidades que planteó el partido. El Racing fue todo lo contrario. Desde el principio se comportó como un equipo mezquino que sólo buscaba el 0-0 y que acabó pagando el precio que suele acarrear la falta de riesgo.Su juego no fue muy inferior al del Compostela, pero acabó derrumbándose con el gol de Villena cuando ya saboreaba el empate. El Compostela mostró que ha perdido algo de frescura respecto al inicio de Liga, pero supo hacer de su lucha un arma decisiva para ganar el partido y seguir encaramado en lo alto de la tabla.
De salida, el Racing consiguió convertir el mal estado del terreno de juego en su mejor aliado. Un fuerte chaparrón antes de comenzar el partido dejó el campo anegado y facilitó la labor de destrucción del equipo santanderino. La rapidez con la que circulaba el balón por el césped exigía una buena lectura del partido y el Compostela no supo hacerla. Su recurso más socorrido fueron los centros a la olla desde la banda, pero en posiciones muy lejanas al área. La elevada estatura de los defensas del Racing les permitió resolver sin problemas la situación. En todo el primer tiempo apenas pasó algún momento de peligro.
Fernando Vázquez buscó soluciones de emergencia al atasco de su equipo poco después de iniciarse el segundo tiempo. Salió Paniagua, casi inédito en la Liga, para dar más opciones en el juego aéreo a la delantera local. El partido comenzó a tener ritmo gracias al mayor afán del Compostela, que firmó la mejor jugada de la tarde en una internada de Christensen con pase de la muerte al que no llegó Paniagua por poco.
El Racing salió aparentemente beneficiado de esta confusión y afrontó el tramo final del partido con tranquilidad. Pero el Compostela volvió a reeditar el minuto mágico que le ha dado varios triunfos en esta temporada y recuperó dos puntos qué ya parecían irremediablemente perdidos.
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