En Atlanta, sólo la élite

Ir a los Juegos Olímpicos de Atlanta, el próximo año, no va a ser empresa fácil para los atletas españoles. Lo que trata de garantizar la Federación Española es que la totalidad de los seleccionados compitan en excelente forma, no como ocurrió este año en los Mundiales, donde la mayoría mostró un bajo nivel; algunos incluso dieron la impresión de que el solo hecho de viajar a Gotemburgo había colmado sus aspiraciones.Del medio centenar largo de atletas de alta competición que hay en España, 13 tienen garantizada su participación en los JJ OO, salvo lesión o inesperada baja forma: Sandra Myers (400), Fermín Cacho, Isaac Viciosa y Maite Zúñiga (1.500), Jesús Rodríguez (3.000 obstáculos) Valentín Massana y Jesús García Bragado (marcha), Martín Fiz, Alberto Juzdado, Diego García, Mónica Pont, Ana Isabel Alonso y Rocío Ríos (maratón).

A la selección ya definitiva de estos atletas se une su acreditada valía -11 de ellos estuvieron entre los 12 primeros de los Mundiales- con la necesidad de que, en el caso de las pruebas de gran distancia, se hace imprescindible una preparación a largo plazo. Por eso se ha incluido en el equipo a Ana Isabel Alonso y Rocío Ríos, que tuvieron un gran final de temporada.

El resto de atletas que tendrá que ganarse un puesto en el equipo olímpico deberá realizar las marcas mínimas de participación. que establece la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), pero no una sola vez, sino hasta tres. Se ha comprobado repetidas veces que estas marcas sirven para participar, pero no para competir dignamente, por lo que o se hace una sola vez la marca que pide la Federación Española -encarecida intencionadamente y que equivale al puesto 25º de la clasificación mundial- o se compite toda la temporada regularmente a ese nivel que exige la IAAF.

La marca mínima

De esta manera se pretende acabar con la picardía de realizar una preparación encaminada a alcanzar la marca mínima de participación durante la temporada y ganarse el derecho a acudir a los Juegos. El atleta ha cumplido su objetivo, pero el resultado, después, suele ser catastrófico, porque una vez alcanzado el 100% de su forma en la persecución de esa marca, su estado físico ya va a menos; en el momento de la competición es incapaz de tan siquiera repetir la marca con la que se clasificó.En los pasados Mundiales de Gotemburgo acudió una selección formada por 49 atletas, más dos equipos de relevos, y tan sólo hubo dos medallas -la de oro de Martín Fiz y la de plata de Valentín Massana- contra 30 actuaciones decepcionantes, en las que abundaron incluso puestos superiores al 40º.

José María Odriozola, presidente de la Federación Española, en una primera estimación ante los resultados que se pueden obtener en Atlanta, dijo: "Una medalla sería un éxito, pero un éxito pequeño. Hay posibilidades de subir al podio en maratón, tanto en hombres como en mujeres, las dos pruebas de marcha y el 1.500 masculino. Tener, además, diez finalistas supondría tocar el cielo atlético, porqué no hay más de ocho países en el mundo que lo consigan".

Pese a los criterios restrictivos de selección, el presidente ha comunicado al Comité Olímpico Español que a Atlanta viajarán unos 70 atletas en la previsión más optimista. "Lo normal será", manifestó Odriozola, "que acudan unos 55/60, cifra que significaría un primer éxito, porque reflejaría el alto nivel de nuestro atletismo, con tantos atletas capaces de superar mínimas muy exigentes".