¿Ondeará la bandera roja otra vez en Rusia?

El renacimiento del partido comunista en las elecciones rusas de este fin de semana, según han previsto las encuestas, también revivirá algunas imágenes que debían haber muerto con la guerra fría. ( ... ) Es sorprendente que los desacreditados nacionalistas rusos se presenten hoy con tan buenas perspectivas, incluso sin haber adoptado una etiqueta socialdemócrata. Esto hubiera sido increíble hace tres o cuatro años. No es una perspectiva muy atractiva; ni en sí misma ni en la combinación que los comunistas hagan es posible que formen con uno o más de los partidos nacionalistas rusos, para asegurarse una mayoría en la Duma.Pero si se encuentra ahora en el menú electoral es sólo porque los platos que se han ofrecido por un mercado agresivo han demostrado ser, para la mayoría, muy poco apetecibles: ésta es la verdadera lección que hay que digerir.

Hay que poner el resurgimiento de los comunistas rusos en su modesta perspectiva: si se prevé que mejoren sus resultados es sólo porque los demás van a empeorar. Rusia tendrá suerte si la mitad del electorado vota: la mayoría malgastará sus votos en una multitud de pequeños partidos que no alcanzarán la barrera del 5% impuesta por la representación proporcional. (...) Cualquiera que sea el resultado, sólo es una página en el largo capítulo que se avecina.

15 de diciembre