La princesa de Gales comparte estrado con los laboristas en un acto público
Impecablemente vestida con un traje de chaqueta gris, Diana de Gales defendió ayer en un acto público, en Londres, el derecho de los jóvenes sin hogar a recibir apoyo económico y comprensión por parte de la sociedad británica. Un discurso razonable que, sin embargo, despertó las iras de los diputados tories, no tanto por su contenido, acaso demasiado crítico con la política del Gobierno, sino por el hecho de que la princesa compartió el estrado con un miembro destacado del Partido Laborista.Jack Straw, portavoz de Interior del partido que lidera Tony Blair, intervino inmediatamente después de Diana de Gales en el Centro de Atención a los jóvenes sin hogar de la capital británica.
La presencia de la princesa en un acto público con representantes del partido de oposición, levantó ampollas en la Cámara de los Comunes donde el primer ministro, John Major, se apresuró a defender la política social de su Gobierno, que acaba de reducir, por cierto, las ayudas de alojamiento a los jóvenes por debajo de los 25 años.
El breve discurso de la princesa se centró en los problemas que afrontan los jóvenes sin ayuda, obligados a ejercer la mendicidad o la prostitución en las calles de las ciudades británicas. "Nosotros, como parte de la sociedad debemos asegurarnos de que los jóvenes -que son nuestro futuro- obtienen las oportunidades que se merecen", dijo Diana. La comparecencia de la princesa adquiere mayor resonancia tras su reciente entrevista a la BBC en la que reclamó su derecho a ser una embajadora excepcional del país. La reina Isabel II y Major, discutieron el pasado martes las posibilidades de ofrecer a la princesa un papel representativo de su gusto.
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