Aznar asegura que no atenderá petición alguna de revancha ni accederá a mirar hacia atrás "con ira"
José María Aznar exigió ayer al Partido Popular que no mire hacia atrás "ni con ira ni sin ella" y asuma que su comportamiento está al servicio de los ciudadanos. El líder popular pidió en la Junta Directiva a los principales dirigentes del PP que destierren "cualquier atisbo de sectarismo o prepotencia" y comprometió su palabra de honor en que nunca someterá a la oposición, cuando gobierne, "al permanente ejercicio de deslegitimación que el PP ha venido padeciendo".La Junta Directiva del PP ha convocado el congreso del partido para los días 19, 20 y 21 de enero, anticipándolo dos semanas respecto a la fecha prevista. El motivo es alejarlo un poco del inicio de la campaña electoral. Asistirán 2.900 compromisarios, de los que cuales 2.500 serán elegidos entre los próximos días 20 y 21. Les demás son compromisarios natos. Mariano Rajoy, vicesecretario general, fue elegido director de la campaña electoral.
Aznar trazó una serie de orientaciones consideradas por él básicas para el futuro inmediato, que incluían algunas advertencias. Así, señaló que el Partido Popular no puede perder tiempo "en recrearnos", dijo, "en la denuncia sin dar razón de nuestras soluciones. Sencillamente porque la situación de España no admite espera y porque tampoco es bueno profundizar en las heridas".
Afirmó que tiene "la determinación de mirar hacia adelante, construir el futuro y no aceptaré", agregó, "que en este partido se mire hacia atrás, ni con ira ni sin ella". España, según él, necesita "equilibrio, tolerancia, concordia", y el Partido Popular, aseguró, "nunca contribuirá a dividirla con arcaicas fracturas entre una derecha y una izquierda irreconciliables".
"Si llegamos a alcanzar el poder, quiero empeñar mi palabra de que nunca", prometió, "nunca someteremos a la oposición al permanente ejercicio de deslegitimación que nosotros hemos venido padeciendo". En su opinión, los socialistas utilizaron en 1993 el espantajo intimidatorio de "¡que viene la derecha!", igual que ahora agitan "otra fantasmagoría: la de la conspiración. Todo parece valer menos la razón democrática de la persuasión y el convencimiento".
Desde su punto de vista, "son demasiados y demasiado evidentes los argumentos que nos animan a creer que el PSOE está dispuesto a todo, con tal de permanecer en el poder". A este respecto, José María Aznar señaló que "ninguna fuerza política responsable tiene por qué asumir el papel de paladín de la Corona, porque es patrimonio de todos. Existe una regla no escrita, de general y respetada observancia: situar a la Corona al margen y por encima de cualquier vicisitud o contingencia política. En pocas palabras, no tomar el nombre del Rey en vano".
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