Bosnias
Esta paz rara y compleja -amenazadoramente precaria y sin castigo para los agresores-, pero paz al fin y al cabo, que se está delineando para Bosnia, plantea el reto de la reconstrucción tras la barbarie, y tan importante como dotar de infraestructuras la tierra arrasada y volver a hacer habitables las ciudades destruidas, tan necesario como recomponer el paisaje en la medida de lo posible, es conseguir que los sobrevivientes recuperen algo parecido a una existencia digna.Pensando en las mujeres que, sometidas a incontables desdichas, que han sufrido vejaciones, que se han quedado solas en las ciudades sitiadas, que tienen hijos a quienes la guerra ha dejado huérfanos de padre, y quizás otros hijos nuevos, fruto de las violaciones a las que fueron sometidas; pensando en las desplazadas, las refugiadas, las perseguidas. Pensando, sobre todo, en aquellas que, sin cualificación profesional, antes de la guerra eran trabajadoras del hogar propio y carecen de recursos económicos propios, la organización no gubernamental Mujeres en Zona de Conflicto (MZC), surgida en Córdoba gracias a la iniciativa de un grupo de animosas profesionales, ha elaborado un programa de reinserción sociolaboral que, centrándose de momento en Mostar, trabaja en la consecución de numerosos objetivos que esta columna no puede especificar, pero que les aseguro que merecen la pena.
MZC precisa ayuda gubernamental y nuestra propia participación económica. Si no pudimos parar la guerra, que al menos algo nuestro haga más llevadera la paz.
Pueden dirigir sus contribuciones a Cajasur (oficina de plaza de La Almagra, 1-3, Córdoba), cuenta corriente 2024 0176 3300012276. Para mayor información, diríjanse a los teléfonos 48 83 91, 47 86 07 o 48 49 69, con el prefijo 957.
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