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El Papa reafirma su propia autoridad y rechaza las criticas a sus documentos

Juan pablo II se dirige al pleno de la Congregación para la Doctrina de la Fe

El magisterio de la Iglesia requiere un "asentimiento irrevocable" en cualquier circunstancia, y no sólo cuando el Papa habla solemnemente haciendo uso de la infalibilidad. Juan Pablo II lanzó ayer una dura advertencia en este sentido a los fieles y a los teólogos, en presencia del pleno de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el ex Santo Oficio, que ha cerrado filas frente a las críticas que los últimos escritos del Pontífice han merecido en medios católicos.Más de un millón de católicos alemanes, sobre los 28 millones de católicos que hay en el país, han firmado una, "petición popular" para que la Iglesia admita el matrimonio del clero y el sacerdocio femenino. Otras iniciativas críticas con el contenido de la carta pastoral Ordinatio sacerdotalis, que excluyó a la mujer del sacerdocio, o con la encíclica Evangehum Vitae, donde se condena la fecundación artificial, la anticoncepción y el aborto, han prosperado en Austria y regiones colindantes, como el Alto Adigio italiano.

En ese, contexto se inscriben la reciente declaración de la Congregación de la Fe de que la exclusión del sacerdocio femenino es definitiva, aunque el Papa no hable ex catedra en la Ordinatio. Sacerdotalis, y la advertencia de ayer del Pontífice.

Nadie está autorizado "a considerar que los pronunciamientos. y las decisiones doctrinales del magisterio requieran un asentimiento irrevocable sólo cuando son enunciadas con juicio solemne o mediante un acto definitivo", dijo' ayer el Papa. "Parece, por ello, urgente", añadió, "recuperar el verdadero concepto de autoridád".

"La libertad propia de la investigación teológica no es nunca libertad en relación con la verdad, sino que se realiza cuando la persona responde a la obligación moral de respetar la verdad", afirmó. La unidad de la fe, concluyó Juan Pablo II en su discurso ante el dicasterio que dirige el cardenal Joseph Ratzinger, no comporta el sofocamiento de la investigación teológica, sino que confiere a ésta un fundamento estable".

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