El Barça se cura ante el Madrid
Los azulgrana rompen su maleficio en un partido jugado a todo trapo
El Barcelona curó su maleficio en el Palau Blaugrana a costa de un Real Madrid que aceptó el reto de jugar sin un respiro, a toda velocidad. Fue la antítesis del encuentro liguero jugado por los mismos equipos hace un mes y la mejor medicina para un Barcelona que sumaba ya cuatro derrotas en su pabellón en la Liga ACB.Jugaron a todo trapo. El Barcelona eligió esta vía tal vez por la baja de Andreu, que le dejaba con dos pívots naturales y el recurso de alinear en esa posición a Jiménez. El Madrid vio la apuesta y el partido tomó una inercia espeluznante. Obradovic intentó atemperar el galope trepidante con una defensa en zona, pero visto que el Barcelona no cejaba en su empeño de correr hasta las últimas consecuencias, el técnico serbio sumó ingredientes para el vértigo alineando a dos bases al mismo tiempo y buscando la irrupción por sorpresa en la zona de Arlauckas o lanzamientos lejanos del pívot estadounidense.
Las carencias hicieron cojear a ambos. Las bajas se cebaron en posiciones en las que precisamente menos surtido poseen. Abad se quedó solo en el puesto de alero alto madridista, dadas las ausencias de Smith y Loncar -no inscrito en esta competición-, y Ferran y Godfread como únicos pivots azulgrana ya que ni Middleton -extranjero descartado para la Liga Europea- ni Andreu pudieron ser alineados. Los dos equipos jugaron con lo puesto, pero no especularon por las bajas.
Las ventajas fueron eximias y pasaron de unas a otras manos sin solución de continuidad. El vértigo se mantuvo con bloques muy alejados de los aros. Sólo el Madrid se arrimo en la segunda parte para ofrecer todos los balones a Arlauckas y Savic. El Barcelona encontró una escopeta en el desván. Visto que Fernández y Bosch apenas encontraron opción para el lanzamiento fue Jiménez quien desatascó el ataque en varias fases.
Pero las diferencias nunca fueron superiores a los cuatro puntos hasta que Karnisovas logró despegar al Barcelona por seis tantos, a falta de cinco minutos. Obradovic pidió tiempo y devolvió a su equipo a zona. Pero los errores en los lanzamientos condenaron de forma definitiva al Madrid; eso y el desacierto de un Laso que desquició a Obradovic, además de un triple inesperado de Godfread en los instantes decisivos.
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