'Línea 900' potenciará la videodenuncia

El próximo día 3 de diciembre, el espacio Línea 900 volverá a la programación de La 2 tras unos meses de interrupción, durante los cuales le ha dado tiempo a obtener un importante galardón en Francia, donde una de sus emisiones fue considerada la mejor de entre los 34 reportajes de investigación presentados por diferentes cadenas de televisión.

Joan Sella, uno de los periodistas del programa, asume la dirección en la nueva etapa -sustituyendo a Antoni Esteve-, mientras que otro de los redactores, Lluís Remolí, presentará el programa. El deseo de Sella es "potenciar la videodenuncia entre los ciudadanos", dice."Tenemos que educar a la gente para que utilice sus cámaras de vídeo doméstico en algo más que bodas y bautizos", explica el nuevo director. Esa "cultura de la videodenuncia" que el equipo de Línea 900 pretende crear pasa por concienciar a los espectadores de que tienen en su! manos "un arma para mejorar su entorno".

El nuevo director de Línea 900 sabe que su objetivo no se cumplirá a corto plazo. "Pero el programa no puede llegar a todos los puntos de España donde se produce un hecho denunciable", constata Sella. "No se trata de una cuestión altruista y tampoco de que pensemos convertirnos en un buzón de quejas: el nuestro es un programa de reportajes y se trata de captarlas imágenes -bien sean tomadas por el cámara de Línea 900, bien por un particular- que apoyen el discurso del programa".

Desde que empezó, en 1991, el equipo ha defendido el derecho a la información incluso por encima del derecho a la intimidad cuando se trataba de denunciar una ilegalidad. "No estamos hablando de una sociedad escrutadora o voyeurista ", agrega Sellá. "Además, nosotros somos los encargados de contrastar el contenido de las imágenes que nos envían los espectadores".

Al margen de potenciar el uso de la cámara doméstica con fines de denuncia, Joan Sella no cree necesario hacer ningún otro cambio en el programa. En esta línea continuista se inscribe la intención de incidir en la "cotidianidad no mediática". Sella pone como ejemplo La ciudad no es para mí, uno de los reportajes emitidos por Línea 900 en el que se mostraban situaciones que molestaban a pocas personas pero que éstas habían acabado por integrar en sus vidas. "Tratamos de hacerle ver a la gente que, a pesar de que hayan integrado esos obstáculos en sus vidas, tienen derecho a rebelarse contra ello".Sobre esta cotidianidad trata también el primer reportaje de esta etapa. El 3 de diciembre, en La 2, Línea 900 mostrará adónde va a parar la ropa de segunda mano que los españoles donan en respuesta a los mensajes solidarios. Aunque no está decidido el orden de los programas que se emitirán después, el equipo trabaja en reportajes sobre ventas a domicilio agresivas, el sexismo en el deporte y la lucha de las patrullas urbanas contra la delincuencia en las calles.

Dos millones de telespectadores, con el reportaje Duros a cuatro pesetas, fue la máxima audiencia obtenida por Línea 900 durante la pasada temporada. La media de espectadores obtenida fue de 1,6 millones.