El PP sopesa ventajas e inconvenientes de que González sea o no candidato

El Partido Popular no es indiferente a la presencia de Felipe González en la carrera por la jefatura del Gobierno en las próximas elecciones. Aunque la consigna es no pronunciarse nunca ni a favor ni en contra, los populares han concluido que cada de las hipótesis, presencia o ausencia del actual ocupante de La Moncloa en el cartel del PSOE frente a José María Aznar, tiene para ellos ventajas e inconvenientes.

Aznar ha eludido todas y cada una de las oportunidades para pronunciarse sobre si González debe o no ser candidato o dar su opinión ante una y otra posibilidad. La misma actitud mantienen todos los dirigentes de nivel inferior. Además de la cortesía y el principio de no injerencia en las decisiones de otro partido esgrimidos para no pronunciarse, la dirección del, PP se mantiene expectante y encuentra ventajas e inconvenientes en cada una de las alternativas.Aznar sigue creyendo que González acabará siendo candidato, aunque evita pronunciarse en público, y está convencido de que la "operación retirada" terminará con un llamamiento a cerrar filas en tomo al presidente del Gobierno, llegado el momento, para tratar de movilizar el máximo de electores socialistas.

Si el secretario general del PSOE cumple este pronóstico, los populares interpretan que la cruz para ellos sería una mayor dificultad para conseguir la mayoría absoluta o aproximarse tanto que sea fácil constituir un Gobierno en solitario.

La ventaja sería doble en esta hipótesis. Aznar habría doblegado a González en las urnas, y no sólo al PSOE, y la derrota atenuaría el demostrado gancho electoral del secretario general del PSOE y haría más. difícil un intento de regresar como candidato a La Moncloa.

Si González no repite al frente de la candidatura Socialista, la dirección del PP confía en obtener una victoria por más amplio margen. El inconveniente que aprecia el entorno de Aznar es que la victoria en tales condiciones dejaría un regusto amargo. González no habría sido derrotado por el líder del PP ante las urnas, sino por la sucesión de escándalos. El secretario general del PSOE guardaría un margen de maniobra personal y político mayor para recuperar su puesto en el cartel electoral, dependiendo del final de episodios que ahora se ventilan ante los tribunales, en especial el caso GAL.

La situación, sostienen los responsables electorales del PP, guarda cierta similitud con la que se produjo antes de las elecciones europeas de 1994, cuando el PSOE esperó casi hasta el último momento para designar a su cabeza de lista, Fernando Morán, y cosechó su primera derrota en las urnas desde 1982.