Walesa gana terreno en la recta final de la campaña electoral polaca
A cuatro días de la primera ronda de las elecciones presidenciales en Polonia, que se celebrará el próximo domingo, todo apunta a que la batalla final se librará entre el actual presidente, Lech Walesa, y el líder de la izquierda ex comunista, Aleksander Kwasniewski. En la recta final de la campaña, el antiguo líder de Solidaridad ha protagonizado una espectacular remontada.
Kwasniewski es, desde hace medio año, el favorito de todos los sondeos de intención voto, mientras que Walesa parece que ha convencido a buena parte de sus compatriotas de que es el único político de la derecha capaz de frenar al "rodillo socialdemócrata [ex comunista]".Walesa, quien está logrando convertir las elecciones en un plebiscito en contra de la izquierda ex comunista, recupera -de forma inesperada- una popularidad que parecía haber perdido irreversiblemente a lo largo de los cinco años de su mandato, marcados por luchas personales, continuos cambios de Gabinete y tensiones entre el presidente y el Parlamento. Según los últimos sondeos, Kwasniewski puede contar en la primera vuelta con un 29% de los votos, y Walesa, con un 24%.
Aparte de Kwasniewski y Walesa, en la campaña, después de que de la carrera presidencialista se retiraran dos candidatos de la derecha, quedan todavía otros 13 aspirantes. No obstante, ya sólo podrán hacer de comparsas. Ni el líder histórico de la oposición anticomunista, el centrista Jacek Kuron, ni la conservadora católica y presidenta del Banco Nacional, Hanna Gronkiewicz Waltz, tienen posibilidad alguna de pasar a la segunda ronda.
"Hay 17 candidatos, pero un solo Walesa". Hace dos semanas, en las calles de Polonia a parecieron por vez primera los carteles electorales del actual presidente, pero ya antes los sondeos de intención de voto habían comenzado a registrar un aumento inesperado de popularidad del bigotudo electricista de Gdansk.
A una semana de la primera ronda, Walesa tenía, según los sondeos, dos veces más seguidores que un mes antes. Walesa comenzó la campaña muy tarde, en septiembre, mientras sus principales rivales estaban ya en plena lucha electoral desde hacía meses. Entre la multitud de candidatos, Walesa se erige otra vez en el "hombre de la providencia", el único capaz de oponerse a la izquierda.
"Este hombre sólo sabe ganar", comenta Jarek, articulista de uno de los más importantes diarios polacos, que fue hace cinco años portavoz del actual presidente. Pese a hablar muy mal, a la falta de ideas claras, se presenta como un hombre fuerte que promete poner, "por fín", en orden el país, disolviendo "por ejemplo" el Parlamento. "No hay nadie mas a quien votar", afirma María, ama de casa de 55 años, que agrega: "Los otros candidatos no podrán con los comunistas".
El líder de los ex comunistas, Aleksander Kwasniewski, lleva una campaña al más puro estilo norteamericano, recorriendo el país de punta a punta. Asegura que en su campaña visitó ya 130 ciudades y reunió en sus mítines a cientos de miles de polacos. Joven, de 41 años, guapo -para la campaña electoral adelgazó varios kilos-, muy buen comunicador y educado, es la antítesis de Walesa. Por los antiguos camaradas es admirado como "el Moisés de la izquierda polaca", un hombre que dirigió al partido de los ex comunistas desde el derrumbamiento del anterior régimen hasta el triunfo en las parlamentarias de 1993.
Pero no son solamente los nostálgicos del comunismo los que acuden masivamente a sus mítines. En Wrzesnia, donde hace dos semanas se celebró una especie de simulacro electoral, Kwasniewski arrasó. Arrebató a la multitud de jóvenes reunidos en un estadio bailando al son de música disco.
De nada parece servir una campaña de desprestigio contra Kwasniewski desatada por una de las organizaciones provenientes de la antigua oposición anticomunista. Trata de recordar a los polacos la historia reciente repartiendo pegatinas con el nombre de Kwasniewski y una tarjeta de racionamiento válida para... 1996.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.