La plantilla del Deportivo denuncia intentos de desestabilizarles

El Deportivo empieza a parecer un polvorín. El mal juego del equipo ha derivado en un hondo malestar en sectores de la afición y desde hace semanas el club está envuelto en un permanente mar de rumores sobre pretendidas desavanencias internas. La aparición de unas pintadas en el estadio de Riazor contra el futbolista Francisco Javier Villarroya volvió a disparar ayer la tensión. Después de una reunión celebrada en el vestuario, la plantilla hizo público que ninguno de sus integrantes efectuará declaraciones esta semana, como un modo de protestar contra los intentos de "desestabilización del equipo".

La pasada semana fueron las noticias, desmentidas por los propios protagonistas, de supuestas diferencias entre el entrenador, John B. Toshack, y algunos jugadores cómo Donato o Bebeto. Ahora el conflicto ha estallado por la aparición de las pintadas contra Villarroya, firmadas por la peña radical Riazor Blues. El jugador tuvo un enfrentamiento el pasado sábado con seguidores deportivistas en Sevilla, quienes se sintieron molestos porque el equipo no les saludó al acabar el partido "después de haber hecho 15 horas de autobús para anirnarles", según las quejas de algunos aficionados.

De acuerdo con las declaraciones de un testigo al diario coruñés La Voz de Galicia, Villarroya llegó a decir durante la discusión: "Aquí corremos cuatro y el que cobra es vuestro amigo", en presunta referencia al brasileño Bebeto.

Malestar

La impaciencia parece haberse apoderado de buena parte de la afición deportivista, que incluso no respeta ya a algunos de los valores sagrados del equipo, como Fran, quien tras haber flaqueado en los últimos. partidos a causa de problemas físicos, se ha visto en el ojo del huracán y envuelto en comentarios de corte infamante. "De mi se están diciendo tantas cosas", se quejó ayer el capitán blanquiazul, "que incluso se las han ido a decir a mi madre. Andan comentando que salgo mucho por la noche, además de otro tipo de asuntos. Pero yo tengo la conciencia muy tranquila".En la mayoría de los casos se trata de simples comentarios en la calle o en los bares, pero que llegan a oídos de los jugadores porque para las cuestiones futbolísticas La Coruña es una caja de resonancia.

En este clima, la plantilla acordó ayer no hacer declaraciones durante una semana y delegar las relaciones con la prensa en el capitán. La decisión, sin embargo, se envolvió en justificaciones muy confusas. "Hay noticias que sólo quieren enfrentarnos a unos con otros, pero estamos más unidos que nunca", proclamó Fran, "se está hablando de demasiadas cosas que no tienen nada que ver con el fútbol y nosotros sólo queremos concentrarnos en el partido de la Recopa".