El Tenerife oxigena al Oviedo

El Tenerife volvió a ser el equipo con el que sus rivales encuentran el resultado necesario para aliviar sus males. Ayer fue el Oviedo el que logró arrancar un empate durante un partido con muchos goles y con polémica final cuando López de la Fuente pitó el penalti que supuso la igualada del equipo asturiano. El encuentro fue extraño puesto que Tenerife y Oviedo lograron remontar resultados adversos cuando las condiciones de juego no parecían las propicias.

Los dos equipos no se dieron concesiones desde el principio y buscaron la portería contraria de inmediato. Aunque el control del juego correspondió en mayor medida al equipo canario en la primera mitad, fue el Oviedo el que dispuso de las primeras oportunidades de gol, una de ellas en las botas de un atento Oli que aprovechó un pase en profundidad para intentar, sin éxito, superar sin ángulo la salida de Ojeda.

El equipo de Heynckes intentaba superar el nerviosismo generado tras los últimos encuentros en casa y buscaba con acierto las bandas para proporcionar desde allí balones con peligro para la portería del Oviedo. Fruto de una de esas jugadas, llegó la más clara oportunidad de gol para los locales antes del tanto. El lanzamiento de esquina posterior del propio Chano encontró la cabeza de Llorente y el gol.

Sin embargo, desde el principio de la segunda mitad se observó que el Oviedo estaba dispuesto a plantarle cara al Tenerife. El equipo canario cedió incomprensiblemente el dominio a los hombres de Brzic, que poco a poco iban llegando al marco rival con la complacencia del medio campo y defensa locales. De esta forma, Carlos, tras pugnar por un balón dentro del área, cede a Manel para que marque el empate. Poco después, un pase en profundidad de Suárez a Oli acaba con un disparo fortísimo de éste que sorprende por alto al guardameta argentino.

Cuando peor lo tenía el Tenerife y mejor el Oviedo, llegó la reacción canaria don dos hombres clave: Robaina y Llorente. El primero fue el jugador de referencia para el resto de su equipo y el que mejor veía los huecos de la defensa rival para hacer llegar los valores al área de Mora. Uno de ellos lo aprovechó Felipe para lograr el empate. Por su parte, Llorente volvió a aprovechar otro saque de esquina para adelantar a su equipo en el marcador con un potente disparo desde dentro del área.

Pero los antecedentes de partidos anteriores y el nerviosismo de algunos jugadores hacían presagiar otro final dramático. Y así fue. Una jugada al límite dio lugar a un penalti, y el penalti al empate.