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El SPD sufre la peor derrota desde el fin de la guerra en la capital alemana

Las elecciones regionales de ayer en Berlín supusieron una fuerte derrota para los dos grandes partidos que forman la gran coalición en la capital, que han perdido en tomo a un 10% de votos, según las primeras proyecciones. La Unión Cristiana Democrática (CDU) resultó el partido más votado con poco más de un 37%, pero perdió un 3% de apoyo. El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) sufrió una fuerte derrota logrando sólo un poco más del 23% de los sufragios, 7% menos que hace cinco años. El de ayer fue el peor resultado del SPD en Berlín desde la fundación, tras el final de la guerra, de la República de Bonn y el peor en toda Alemania, con excepción del Estado federado de Sajonia.

Los liberales (FDP), con un 2,5% de votos, desaparecen de la Cámara de Diputados de Berlín por no alcanzar el 5% mínimo necesario para coseguir escaños. Al mismo tiempo, el partido ecopacifista Los Verdes y los poscomunistas del Partido del Socialismo Democrático (PDS) han crecido cada uno en torno a un 5% respecto a la elección de 1990. Los Verdes consiguen algo más de un 14%, su mejor resultado de todas las elecciones desde su fundación. El PDS casi llega a un 15%, supera el tercer puesto a Los Verdes, y se consolida como la primera fuerza política del Este de la ciudad.En el territorio que durante más de 28 años estuvo cercado por el muro de Berlín, el PDS, heredero del partido que ejerció la dictadura prusiano-estalinista, han conseguido un enorme 35% de votos, mientras que no llegaba al 3% en el oeste de la capital alemana. La participación electoral fue de un 68,5%.

El SPD reconoció de forma abierta su desastrosa derrota, calificada de "apabullante" por su vicepresidente, el diputado berlinés Wolfgang Thierse. Su candidata a la alcaldía en Berlín, la senadora (ministra) de Asuntos Sociales Ingrid Stahmer, de 53 años, señaló: "No es fácil para nosotros", y habló de "grave derrota". Cree Stahmer que el SPD no lo ha merecido y lamentó no haber conseguido transmitir su mensaje al electorado. Con gran dureza, que hace prever problemas para la futura gran coalición que se supone seguirá rigiendo la capital alemana, atribuyó Stahmer parte de la culpa de la derrota del SPD a la campaña de calumnias de la CDU, que se hartó de "envenenar las fuentes de las que luego tendrá que beber". También atribuyó a las disputas en el partido en Bonn una parte de la culpa.

La fuerte derrota del SPD ni siquiera haría posible formar un gobierno de coalición rojiverde, entre el SPD y Los Verdes, tolerado por el PDS, pero esta tolerancia poscomunista resultaría todavía inviable en Alemania.

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