_
_
_
_

La policía tardó dos semanas en descubrir el piso desde el que los etarras planeaban matar al Rey

, El piso de Palma de Mallorca desde el que un comando de ETA planeaba asesinar al Rey el pasado 13 de agosto fue localizado por la policía sólo seis. días antes de que el grupo fuese capturado. Para entonces, los etarras Iñaki Rego y Jorge García Sertucha llevaban más de dos semanas en el piso, desde el que vigilaron a la familia real. Policías conocedores de la operación reconocen que en algún momento hubo peligro para don Juan Carlos y su familia, debido al desconcierto policial. Interior mantiene lo contrario. La captura del comando, el 9 de agosto, se tuvo que hacer a marchas forzadas -los GEO que asaltaron el piso volaron a Mallorca unas horas antes- y se realizó antes de que llegara a Palma un cuarto etarra, presuntamente un tirador de élite encargado de disparar contra el Rey. Interior únicamente acepta que "pudo haber algún fallo técnico".

Una llamada telefónica realizada el pasado 13 de julio por un agente francés a un funcionario de la Comisaría General de Información desencadenó la operación de Mallorca. "Juan José Rego Vidal se ha hecho a la mar en un velero que tiene unos delfines pintados en el casco", alertó el francés. Pero hasta una semana después no fueron enviados desde Madrid seis agentes con la misión de localizar el barco en Baleares.Los policías rastrearon -incluso desde helicópteros- por todas las calas de las islas hasta dar unas horas después con el velero La belle poule, que había atracado cuatro días antes en el puerto de Alcudia (Mallorca). El patrón Rego, que se registró con la falsa identidad de Andrés Sáenz de Buruaga, fue localizado y seguido desde entonces.

En fechas sucesivas, Juan José Rego, de 53 años, contactó con otra persona y ésta a su vez condujo a los policías hasta un joven desconocido que no sería identificado hasta bastante después. Las huellas dactilares, obtenidas a escondidas por los policías del casco de motorista que usaba el joven en Mallorca, no sirvieron para identificarle y pasaron varios días más hasta determinar que se trataba del hijo de Juan José, Iñaki Rego, de 25 años.

Guardaespaldas en alerta

Interior, que asegura que fue informado de la presencia de Juan José Rego en Mallorca tanto por sus propios agentes como por los del Cesid, alertó a la Casa Real para que los guardaespaldas de don Juan Carlos abrieran bien los ojos. Pero el resto del amplio dispositivo de protección que rodea a la familia real nunca supo nada, replican1uentes policiales. Además, la principal hipótesis de los servicios antiterroristas era entonces que ETA podía estar planeando un atentado contra los jefes de Estado y de Gobierno de la UE que se iban a reunir el 22 de septiembre en Formentor.

Tanto Juan José Rego como su hijo adoptaban enormes medidas de seguridad y su seguimiento era muy difícil. Ambos solían reunirse en un concurrido hipermercado y salían por puertas diferentes, con lo que en más de una ocasión lograron burlar a la docena de agentes que participaban en la investigación.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Hasta seis días antes de la captura de los tres etarras -en la noche del 9 de agosto- los policías no descubrieron su escondrijo de la calle de Rafaletas, 14, a 250 metros del muelle donde atraca el yate del Rey. Desde el piso, los terroristas pudieron controlar durante muchos días los movimientos del monarca y su familia, sin encender la luz, con las persianas bajadas y moviéndose siempre en cuclillas para no ser vistos. Según fuentes policiales, los dos jóvenes terroristas estuvieron descontrolados durante dos semanas, lo que entrañó un evidente peligro para la familia real.

Interior asegura que el piso estaba "controlado" desde meses antes por agentes de la Brigada de Información de Palma. Pero las fuentes informantes de EL PAS replican que en tomo al día 3 o 4 de agosto hubo que hacer rápidas averiguaciones . en el Registro de la Propiedad Inmobiliaria para saber quién era el dueño del piso que Juan José Rego había alquilado en marzo pasado, a través del portero, bajo la falsa identidad de Andrés Sáenz de Buruaga. Este ya había estado en la isla en el verano de 1994 estudiando la posibilidad de cometer el regicidio, sin ser descubierto, por la policía.

Al mismo tiempo, la policía pidió autorización judicial para intervenir el teléfono que figura ba como instalado en esa vivienda. Pero al ir a pinchar la línea, se comprobó que el aparato con ese número ya no estaba allí: había sido trasladado tiempo atrás a otra vivienda y su titular nada te nía que ver con los etarras. Fuentes de Interior aceptan este hecho, pero argumentan que en realidad era una maniobra poli cial cuya "finalidad" no quieren revelar.

El 7 de agosto, apenas unas horas antes de detener a los etarras, la policía alquiló como 11 piso de cobertura" el lo B del número 14 de la calle de Rafaletas, justo debajo del ocupado por los terroristas. Pero el nerviosismo se desata en el Ministerio de Justicia e Interior cuando, a través de una cámara oculta montada en el edificio por la unidad de Sistemas. Especiales, se descubre que, además de Rego Vidal y su hijo, hay otro joven en el compló. Prácticamente no se supo que se trataba de Jorge García Sertucha, Coquito, hasta que fue detenido.

Movimientos raros

El ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, y su viceministra Margarita Robles ordenaron la detención inmediata de los tres activistas porque hacían "movimientos raros" que indicaban que se disponían a actuar de un momento a otro. Uno de esos "movimientos raros" fue la cumbre que los Rego y García Sertucha mantuvieron el 8 de agosto en la plaza de España de Palma.

Los GEO, en contra de su costumbre, llegaron a la ciudad apenas unas horas antes de asaltar el piso. La premura era tal que tampoco hubo tiempo, de que interviniera la Unidad Central Operativa Antiterrorista de la Comisaría General de Policía Judicial, que tiene asignada la materialización' de todas las detenciones, según establece el real decreto 1.334 / 94. En esta ocasión, sin embargo, fueron los GEO quienes entraron en la vivienda, junto con la Unidad Central de Información Interior.

Todas las fuentes tienen la convicción de que, además de los Rego y Jorge García Sertucha, había un cuarto etarra implicado en el plan criminal, porque entre los tres detenidos no hay ningún tirador de precisión, como prueban las dianas agujeradas contra las que practicaron durante la travesía desde Francia a Baleares.

El cuarto activista, todavía hoy no identificado, era presuntamente el encargado de disparar con un rifle de mira telescópica contra don Juan Carlos u otro miembro de su familia. Pero Interior decidió no correr más riesgos y prefirió reventar la operación a costa de no capturarle.

Juan José Rego declaró ante el juez Baltasar Garzón que el comando tuvo a tiro al monarca tres veces entre el 4 y el 6 de agosto. ETA difundió el 19 de agosto un comunicado indicando que "complicaciones técnicas" habían impedido el regicidio.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_