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Induráin: "El récord de la hora es cosa mía"

Carlos Arribas

Miguel Induráin dio ayer sus primeras pedaladas hacia el récord de la hora, su tercer gran objetivo del otoño, antes de dar por terminada la temporada. Acompañado de su hermano Prudencio, Induráin hizo en bicicleta unos 50 kilómetros de camino hacia Bogotá desde Paipa.En la capital colombiana se establecerá hasta el domingo. Mañana hará la primera prueba seria en el velódromo bogotano y el próximo domingo, a una hora aún no determinada -probablemente las 15.00 horas en España- atacará los 55,291 kilómetros marcados por Rominger hace un año. Canal + ofrecerá en directo el desarrollo de la prueba.

"El récord es una cosa mía", dijo el navarro el domingo por la noche tras obtener la plata en la prueba de fondo. Así confirmó que lo atacaría y que no influía en nada el no haber ganado el Mundial. "No es como el Tour u otras carreras que es tán ahí y tienes que ir a ellas. El récord lo intento porque yo quiero. Si veo que después de los primeros ensayos no me adapto a la pista o tengo problemas con la cadencia de marcha o el piñón fijo, lo dejo y no pasa nada".

Satisfecho

Aunque Induráin reconociera que durante la carrera del Mundial no se encontraba en plenitud, debido sobre todo a la lluvia -"me habían dicho que aquí en Colombia hacía siempre buenísimo, y yo venía preparado para el calor, y sin embargo me ha llovido casi todos los días", decía- que agarrota sus músculos, la preparación en altitud seguida en Colorado -"no tenía otro camino si quería cumplir mis objetivos"- ha sido extremadamente positiva. Los colaboradores del corredor navarro están satisfechos de como van las cosas.

Y es que la adaptación para rendir en altura ha sido perfecta. Este es uno de los parámetros fundamentales medidos para atacar la hora con muchas posibilidades. "En esta ocasión sí será la hora de Induráin", pronostican en su equipo.

"Cuando logró 53,040 kilómetros en el velódromo de Burdeos hace un año, batió el récord de la hora, pero por diversas circunstancias -llegó en un momento límite de forma a un mes de ganar su cuarto Tour- no logró la marca de la que realmente era capaz", indican sus colaboradores.

Mejorada la bicicleta, con un equipo más experto -todos los que intervienen en el intento ya saben lo que es batir el récord- y aprobada la incógnita sobre su rendimiento en altitud, todos los factores se conjuntan de forma positiva. La última palabra la tendrá las piernas del campeón.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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