Abrabam Olano será el nuevo capítulo en las tensas relaciones entre Banesto y ONCE
El ciclismo español se dispone a vivir días de tensión en sus principales instituciones. ONCE y el Banesto se plantean embarcarse en la lucha por la contratación de Abraham Olano, considerado como el sucesor de Miguel Induráin. El fichaje de Olano (Mapei) tiene fecha para el final de la próxima temporada, cuando termine su contrato con el equipo italiano. Es una operación de largo alcance, que tiene como bjetivo dominar el ciclismo tras la era Induráin. El caso recrudecerá las relaciones entre el ONCE y el Banesto. Por otro lado, Echávarri ultima el fichaje de Ugrumov.
El futuro del ciclismo español está en juego estos días, y no sólo por lo que sean capaces de hacer mañana en el Mundial Induráin y el resto de la selección española. El intento del ONCE de hacerse con Miguel Morrás para desestabilizar al Banesto, poner en cuestión el trabajo de cantera y empezar a controlar los años pos-Induráin aparece sólo como la primera escaramuza del rebrote de una guerra y de una nueva forma de hacer las cosas que comenzó cuando la fusión Amaya-Banesto, hará un par de años. En este contexto, la siguiente pieza de caza será Abraham Olano, a quien todos conceden la condición de sucesor de Induráin. De manera más o menos soterrada, el ONCE y el Banesto han comenzado las maniobras de aproximación al corredor.El Banesto, mientras, ultima el fichaje del letón Ugrumov, un hombre con el que se iniciaron contactos en la Vuelta y que, según Echávarri, tendría "un papel importante, aunque limitado, en el equipo, nos valdría para una acción muy puntual", con vistas, sobre todo, al sexto Tour de Induráin. En este caso, las dificultades llegan por el desequilibrio patente en su relación calidad-precio: Ugrumov, que hará 35 años en enero, cuesta más que lo que podría ofrecer. "Nos daría lo mismo que aquello que pensamos que nos podía ofrecer Hampsten. Pero si el americano nos falló, no fue un gran trastorno, porque nos costó muy poco".
Abraham Olano, de 25 años, vive el momento más dulce de su carrera: su explosión fulgurante le ha llegado en un momento ideal de mercado. Sabe que la continuidad del Mapei, una vez retirado Rominger, depende de él, y que el ONCE y el Banesto harán lo imposible para ficharlo a finales del próximo año, cuando termina su contrato con el equipo italiano. Las cifras se disparan y han entrado en el baile una serie de representantes que han trastocado el tradicional marco de relaciones entre equipos y corredores.
El ONCE y el Banesto tantearon a Olano hace unos meses. Sus intentos sólo sirvieron para elevar su precio y para que el Mapei tuviera que rascarse el bolsillo al renovarle. También fueron un indicio de cómo habían cambiado las cosas. "Lo que nos pidió entonces nos pareció una exageración, una cifra inalcanzable", dicen en el ONCE. "Pero, visto cómo ha explotado era el precio que valía. En estos momentos le daríamos eso y más. Le firmaríamos a ciegas".
El ONCE, que necesita como el aire a un líder español para ganar imagen en España, ve factible y hasta necesario hacerle un precontrato para 1997, pero observa una desventaja de los equipos españoles a la hora de negociar con Marc Viber, el representante suizo de Abraham Olano, al igual que de Zülle y Rominger: el pago en una cuenta en Suiza, algo inaccesible para los equipos españoles.
Si Escartín, otro objetivo del Banesto, no cayó en el equipo bancario fue porque éste no podía pagar en negro. "Si hiciéramos locuras, lo tendríamos todo", dicen en el Banesto, un equipo que no sólo no ha podido reforzarse apenas para el año próximo, sino que además ve cómo no puede retener a algunos corredores jóvenes con los que contaba para el futuro. La tradicional política conservadora, el paso a paso y con tranquilidad de Echávarri y Unzué está a punto, de irse al traste. Eso es puramente una fórmula anacrónica, que va contra las actuales leyes del mercado.
En el caso de David García, fichado por el Euskadi, se dio la parábola de la pescadilla convertida en merluza. Cuidado y mimado durante todo el año, el corredor navarro terminó séptimo en la Vuelta. Ese éxito para un corredor joven -que quizás haya alcanzado su techo con esa posición- significó su súbito encarecimiento -exigía para renovar que se le asegurara una plaza en el Tour- y la imposibilidad de mantenerlo para el Banesto, que también perdió a Garmendia y que, a duras penas, logró que se quedaran Casero y Blanco, también tentados por el ONCE.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.