Morientes acaba con el récord de Falagán
El Compostela puso cerca a la portería de Juanmi durante la última media hora
Una sola jugada determinó el devenir del encuentro entre Zaragoza y Compostela. En cualquier otro partido hubiera resultado anecdótica, pero ayer, un cabezazo de Morientes poco antes de la media hora sirvió para acabar con la imbatibilidad de Falagán en la Liga. No sirvió, sin embargo, para acabar con las dudas de la afición de La Romareda. El joven delantero ha pasado la prueba de reemplazar a Esnáider, pero el resto del equipo anda falto de identidad. Hasta el punto que Víctor oyó las protestas del público por sus decisiones y sus jugadores corrieron buena parte del segundo periodo entre los abucheos de la afición.El gol, como todos los que ha marcado el Zaragoza en la Liga, llegó de cabeza, pero esta vez ante la zaga que. presume de la mayor altura de Primera División: Bellido, Villena y Tocornal. Y actuó como un resorte en la grada. El público convirtió a Morientes en el nuevo líder atacante de su equipo y de paso recordó a Esnáider por su conflictiva marcha de Zaragoza.
Fue lo más interesante y llamativo de un encuentro poco vistoso pero tácticamente muy interesante. Víctor Fernández por fin ponía en liza al que se presume equipo titular esta temporada, toda vez que Higuera se ha ganado con su alarmante baja forma una plaza en el banquillo, Esta circunstancia le había hecho afirmar que el Compostela debía suponer un punto de inflexión en la renqueante marcha del equipo. Enfrente no estaba, sin embargo, el equipo más apropiado para la exhibición. Con jugadores de oficio, una encomiable disciplina y una. capacidad defensiva notable, el Compostela bloqueó al Zaragoza.
Pero los gallegos no fueron sólo una muralla. Aunque llegaron a acumular hasta nueve hombres por delante de Falagán, se bastaron Ohen y Fabiano para desplegar ocasiones ante el portal zaragocista.
La primera parte transcurrió fiel a este guión, con un Zaragoza mejor asentado y dominador del balón, que tenía en Pardeza al hombre más inspirado, buscando las penetraciones por velocidad ante la evidente superioridad del Compostela en los balones altos. Y un equipo gallego que dispuso, en otros tantos contragolpes, de hasta tres ocasiones clarísimas para marcar por medio de los mencionados Ohen y Fabiano. Un remate de este último incluso llegó a golpear en el larguero.
Los cambios de Nayim y Dani por García Sanjuán y Oscar no gustaron al público y se produjo una fractura entre equipo y afición, con pitos por primera vez desde hace tres temporadas para Víctor Fernández. El Compostela, entonces, intentó aprovecharse poniendo en liza toda su artillería. Fue casi media hora de agobiante dominio en la que el gol del empate se mascaba. El Zaragoza se echó atrás, se convirtió en un equipo vulgar y capeó el temporal rifando el balón una vez tras otra. La victoria de los locales evitó males mayores, pero el público de La Romareda dejó ruidosa confirmación de que el Zaragoza 95-96 no le gusta.
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