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"Busco sponsor'"

Javier Mínguez recorre empresas con un vídeo a cuestas para formar un equipo

Carlos Arribas

El ciclismo es el mundo al revés o, según como se vean las cosas, un avance de lo que nos espera en el futuro. Primero, la cuestión comercial, después la deportiva."Busco patrocinador para un equipo ciclista". Ahí está Javier Mínguez, uno de los directores españoles con mejor currículo llamando a la puerta de diferentes empresas buscando alguien que quiera invertir en ciclismo. Bajo el brazo, sus credenciales: un vídeo con su historia en el deporte -director desde 1980 en el Zor, BH, Amaya y, hasta este año, en el Banesto-, un resumen de lo que es el ciclismo y un dossier repleto de estudios de mercado y de horas de publicidad televisiva. A cambio de 150 millones de pesetas, coste mínimo, el técnico vallisoletano ofrece un vehículo publicitario de primera magnitud, un segundo director, mecánicos y masajistas. Los ciclistas vendrán después. "Ofrezco un equipo con cara y ojos, joven, con perspectivas de futuro", dice Mínguez. "Los ciclistas los sacaría de los equipos de aficionados".

Mínguez visita empresas conocidas, grandes, medianas y pequeñas. Allí le recibe unas veces el director comercial, otras el jefe de marketing, y también hasta el consejero delegado. Unas veces recibe respuestas rápidas y otras le dicen que su asunto está en estudio. Nada que envidiar al itinerario de la persona que busca su primer trabajo. Un camino que también ha recorrido la mayoría de los directores mundiales. El francés Cyrille Guimard, por ejemplo, acaba de arrojar la toalla en su búsqueda de continuidad para el Castorama.

"Lo hago con felicidad y tranquilidad", dice, sin embargo, Mínguez. "No tengo a nadie atado ni de mí depende el futuro de nadie. Lo único que llevo es gente que está conmigo toda la vida y que estoy loquito porque siga conmigo". La falta de sitio para su gente -Cerrón, Luengo, El Rubio, Gabino e Isidro- fue la razón principal para que no cristalizara el pase de todos al Kelme.

Mínguez se queda tan sorprendido de su popularidad en el mundo empresarial como de la falta de inversión en un deporte que "vende imagen". "En otros deportes, unos ganan y otros pierden; en ciclismo se compite y a veces hasta se gana".

Su mensaje es claro: "Si su empresa tiene un presupuesto publicitario de 200 millones de pesetas, invierta en un equipo ciclista. Y yo vendo un equipo con futuro, siempre, claro, que lo dirija yo". Con la desaparición del Artiach, en España sólo quedan cinco equipos profesionales: Banesto, ONCE, Kelme, Euskadi y Castellblanch.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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