_
_
_
_
COMPETICIONES EUROPEAS COPA DE LA UEFA

El Barça se quedó en cinco

El Camp Nou se durmió con el juego azulgrana ante el Hapoel

Ramon Besa

Quien quiera dormirse y no pueda hacerlo haría bien en pedir el vídeo del partido de anoche en el Camp Nou. El encuentro resultó un somnífero. Todo lo que pasé queda resumido en cualquiera de los resúmenes televisivos que pueda contemplar hoy. Hasta los goles caben en un minuto de cinta.El marcador de la ida (0-7), la entidad del rival (un segunda B español) la alineación (ni un sólo titular) y la proximidad del choque contra el Real Madrid (el próximo sábado) redujeron la contienda a una mera cuestión estadística: ¿cuantos goles le metería el Barça al Hapoel? La falta de tensión competitiva se tradujo fielmente en la cancha.Fue un partido asqueroso y hasta cómico en ciertos momentos (Goussev erró dos remates de forma. esperpéntica). A Cruyff le dio, además, por hacer experimentos: puso a Carreras, un carrilero zurdo de medio centro; a Quique Álvarez, un diestro, en el bando izquierdo; a Toni, un volante de enganche, de interior derecho; y así hasta cambiar a casi todo futbolista de su demarcación natural. Salió de esta forma un primer tiempo muy descosido. Unicamente los goles de Guardiola y Hagi, los dos con disparos desde fuera del área, provocaron cierto revuelo en la grada.

Luego, tras el descanso, entró en juego Iván de la Peña, y el pelado sacó algún pase interior de su muestrario para animar un poco la noche. Poca cosa, no obstante. No hubo ritmo ni fluidez ni profundidad. La bola apenas corría. Cada futbolista se empenó en jugar su partido, y así salió una contienda sin ningún hilo.

Las cuentas sólo le salieron al Hapoel. El equipo de Israel llegó con una única consigna: evitar que le marcaran otros siete goles. Y se salió con la suya sin demasiados apuros. A ello contribuyó el empeño de futbolistas como Hagi. por jugar contra si mismo. El rumano estuvo desquiciado y egoísta a lo largo de todo el partido.

El mal partido no lo arregló ni la salida de Jordi Cruyff ni Figo. El de ayer es uno de esos pocos partidos que nadie quiere jugar.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_