Santaella, forzado a dimitir como directivo del Colegio de Abogados
Jesús Santaella, ahogado de Mario Conde y del coronel Juan Alberto Perote, tuvo que poner ayer su cargo de directivo del Colegio de Abogados de Madrid a disposición del decano de la corporación, Luis Martí Mingarro, después de que la Junta de Gobierno le reprobase haber puesto al decano por testigo de que su actuación profesional no fue "una coacción, amenaza o chantaje". El decano se ha reservado la aceptación de la dimisión de Santaella, aunque probablemente se materialice tras el VI Congreso de la Abogacía, que se celebrará la próxima semana en La Coruña.
El pasado miércoles, al término de su intervención en la rueda de prensa en la que Santaella contratacó a las acusaciones de haber padicipado en el chantaje de Mario Conde al Gobierno, el abogado manifestó textualmente: "En nigún instante de todo este proceso, ni yo, ni mi compañero [Mariano] Gómez de Liaño ni ninguno de nuestros clientes hemos realizado acto alguno de coacción, amenaza, o chantaje. Al contrario, tratándose como se trataba de una pura actuación profesional, antes y después de todas las conversaciones mantenidas al respecto, he dado cuenta al decano del Colegio de Abogados de la sustancia de las mismas".Según fuentes de la corporación, la referencia de Santaella causó un gran malestar al decano y a buena parte de la Junta de Gobierno. Martí, a preguntas de los medios informativos, confirmó que Santaella le había puesto en antecedentes de sus conversaciones con el Gobierno, pero se abstuvo de confirmar el contenido ni el sentido de las mismas, "que pertenece", según dijo, al "arcano de los secretos personales".
La referencia de Santaella al decano fue. considerada "un abuso" en el seno de la Junta de Gobierno, a la que Santaella llegó ayer sin tenerlas todas consigo.
Contradicciones
Por un lado, el también directivo Gerardo Viada había desmentido sin paliativos la versión de Santaella sobre su entrevista con Juan Alberto Belloch. Por otro, el directivo Luis Rodríguez Ramos lleva la defensa de Emilio Alonso Manglano, principal adversario de Juan Alberto Perote.
La posición oficial de la Junta de Gobierno será considerar la "dación de cuentas" de Santaella a su decano dentro de la independencia y libertad que asiste al abogado en el ejercicio del derecho de defensa. Así pues, la junta proclamará que Santaella, como abogado, disfruta de libertad e independencia y puede hacer lo que quiera. Otra cosa es que reciba el amparo del Colegio. Y en cuanto a sus afirmaciones de que había dado cuenta de sus gestiones al decano, la postura será que la corporación no tiene por qué estar supeditada a un abogado.
Pese al clima versallesco de la reunión, prevaleció el criterio de que no se podía involucrar al Colegio en el caso Conde. En consecuencia, Santaella puso su cargo a disposición del decano.
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