¡Guau, el colegio!
Una nueva residencia canina de Colmenar Viejo adiestra perros de caza
Los animales de compañía pasan largas horas en las residencias caninas cuando sus propietarios se van de viaje. Pero la vida en una jaula -confortables en su mayoría- puede convertirse en una estancia más entretenida para el can. Por ejemplo, en el centro que se acaba de abrir en Colmenar Viejo se adiestran perros de caza. Los animales pueden pasar buenos ratos -disfrutan si se les enseña con juegos- y además prestar un servicio a sus dueños.Javier Ávila y Julio Romera son los propietarios. Montaron el negocio tras comprobar que muchos cazadores necesitan un lugar con facilidades para alojar y adiestrar a sus perros.
"No tenemos reparo", cuenta el veterinario Julio Romera, "igual nos da trabajar con un sabueso para que mejore sus posturas innatas ante un venado que con un burgués de elegantes movimientos a olfatear una perdiz; o hacer de un galgo un buen competidor para la liebre".
La residencia canina, situada en la falda del pico de San Pedro, ofrece un marco apropiado para cualquier animal. "Los galgos tienen espacio más que suficiente para entrenarse".
Aquí los perros, además de suites individuales o compartidas, camas vegetales y dietas individualizadas, disponen de una amplia zona de recreo y entrenamiento. De ello se ocupa Miguel Ruiz, un profesional con más de cinco años de experiencia en todo tipo de enseñanza canina. Su trabajo se asemeja a la educación infantil. "A los perros hay que darles muchas dosis de cariño y confianza; hablarles y acariciarles para despues, mediante el juego, premiar sus actos de, obediencia", explica. "Cuando consigues hacerte amigo del animal, hay que trabajarle la nariz y motivarle para que encuentre un ave o un trozo de jabalí. Lo más difícil, consiste en que esa pieza no la devore; que la señale o la traiga a mis pies", indica Romera.
No todos los clientes quieren conseguir que sus perros se conviertan en campeones de concurso o sean capaces de competir, algunos simplemente los dejan en la residencia. Y otros amos acuden a ella para lograr que un animal de carácter inadecuado cobarde o demasiado agresivo pueda ser sociable y tratar normalmente con personas y otros perros.
Romera cuenta, orgulloso cómo la pequeña Lassy, una pastora alemana muy asustadiza, se ha convertido en una perra alegre y confiada durante las vacaciones de sus amos.
Residencia canina El Pico San Pedro.
Carretera Colmenar Viejo-Guadalix de la Sierra, kilómetro 9. De 600 a 1.000 pesetas al día, según estancia. Incluidos adiestramiento y atención veterinaria. 35 plazas.
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