Romario paga su vida de excesos

El desmayo sufrido por Roma rio de Souza Farías el pasado martes no se debió a otra cosa que a los excesos que ha come tido en los últimos meses. La alarma saltó cuando el interna cional brasileño cayó fulmina do en una sesión de -entrenamiento del Flamengo, su actual equipo. Los médicos aclararon rápidamente que Romario no sufría ninguna enfermedad grave, pero sí un "estrés emocional". Este diagnóstico era la manera de explicar que las Juergas, la falta de sueño y la mala alimentación estaban minando su salud. Esta vida de exceso le ha ocasionado una contractura en la columna y fuertes dolores en el tórax. Pocas horas antes de su ingreso hospitalario, Romario había participado en una fiesta celebrada en un elegante bar propiedad del presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, de la que se marchó a las seis de la mañana, con el tiempo justo para prepararse e ir al entrenamiento. El Jornal do Brasil ha recordado que el jugador del Flamengo presentó los mismos síntomas hace un año, cuando estaba en el Barcelona. Romario medita dejar el fútbol. "Estoy volviéndome viejo", ha dicho. "Yo entro en el campo para hacer goles. Que corran los otros", apostilló luego con desparpajo. Su regreso a la selección se antoja difícil. Zagalo, el técnico nacional, ya lo ha advertido: "Romario sólo regresará a la selección si de muestra prepararse físicamente y se comprueba ser mejor que los delanteros de la actualidad". Otras versiones que circulan apuntan a que el jugador medita su retirada. Las cosas, le van mejor a Bebeto. Según publica la prensa brasileña, el delantero habría llegado a un acuerdo con el Flamengo para el año 1996 supeditado a que Augusto César Lendoiro permita su marcha del Deportivo.