Leeson reconoce su culpabilidad en la quiebra del banco Barings
El británico Nick Leeson rompió el silencio de los últimos meses para reconocer, desde la cárcel en Alemania, que sus arriesgadas operaciones en los mercados asiáticos han conducido a la quiebra al prestigioso banco británico Barings, aunque afirmó que sus prácticas estaban insuficientemente controladas por la sede central de la entidad en Londres.
En una una entrevista concedida a la BBC, difundida anoche, Nick Leeson acepta que debe cumplir pena en prisión. El joven financiero, que hizo perder 827 millones de libras esterlinas a Barrings (unos 162.000 millones de pesetas) reconoce igualmente haber falsificado documentos contables de la entidad financiera.
Leeson, que fue detenido el pasado 2 de marzo en el aeropuerto de Frankfurt, mantiene que, además de por motivos personales, desea ponerse a disposición de las autoridades británicas "por que Inglaterra es el único lugar donde la quiebra de Barings puede ser tratada correctamente y donde él puede beneficiarse de "un proceso justo".
Leeson ha escrito a John Mayor, el primer ministro británico, asegurando que se declarará culpable, si es juzgado en el Reino Unido. En Frankfurt, se da por seguro que el tribunal alemán decidirá en la semana del 18 al 24 de septiembre si concede o no la extradición de Leeson a Singapur.
Disimular pérdidas
La confesión periodística de Leeson, de 28 años incluye detalles sobre la cuenta en la que disimulaba las pérdidas de las operaciones en productos derivados en mercados asiáticos que propiciaron su caída, "aunque nunca pensé que Barings podía quebrar". La cuenta abierta en la oficina de Singapur con el número 88888 -"ya que para los chinos éste es un número que trae buena suerte y que significa riqueza"- estaba destinada a soportar temporalmente sus pérdidas. Leeson explica que en Singapur todos conocían la existencia de esa cuenta e insinúa haber apechado con los errores de otros operadores de aquellos mercados."En 1994 -dice Lesson- yo estaba seguro de que podría salir dejando la cuenta a cero, pero perdí mi oportunidad, en mayo. Ese fue mi error. Entre los operadores de los mercados de valores a plazo y los jugadores hay muchos paralelismos", reconocía Leeson. El hombre que hundió Barings mantiene que no se ha enriquecido personalmente y que incluso tiene problemas para pagar las facturas de los abogados que le defienden.
Nick Leeson añade que siempre ha tratado de arreglar la situación "en interés de la banca Barings" y que se ha ofrecido a las autoridades para explicar Ias verdaderas reglas de juegos de los mercados financieros" para disminuir los riesgos de quiebras como la que ha protagonizado. "Porque nadie sabe de verdad como funcionan", concluye Leeson.
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