''Como profesor siempre he vivido castamente"
A cada novela suya la persiguen los galardones. La última aparecida, Mañana en la batalla piensa en mí, ya luce seis ediciones y el Premio Rómulo Gallegos (Venezuela) y el Premio Fastenrath de la Real Academia Española. Toda su literatura es majestad abrasadora.Pregunta. ¿Con qué frase abrimos esta especie de diálogo?
Respuesta. En todas las novelas, antes o después, alguien dice "buenas tardes".
P. El otro día compré, al tiempo, su libro y un disco de la extinta Lola Flores. ¿Qué dice?
R. Le sacará más provecho al disco, se oye más veces.
P. Con su talante de fabulador me da que lo va a arrasar todo. ¿Le dan sus libros para enviar 10 ramos de rosas rojas diarios?
R. Diarios, no. Pero algún día envié nueve.
P. De su vida, ¿cuál ha sido el momento más innoble?
R. Ha habido varios: cuando me he dado cuenta de que había sido cobarde.
P. ¿Es más viejo el amor, la literatura o la prostitución?
R. La literatura es lo más nuevo.
P. ¿En los restaurantes pide las peras peladas y las cerezas sin rabo, es decir, preparadas?
R. La fruta la tomo sólo en zumos.
P. ¿Cuántas veces ha dicho en su vida "te idolatro"?
R. Ninguna, ¡qué cursilería!
P. ¿Diríamos que la majestuosidad de la coronación de un rey inglés es la letra pequeña de una novela de enredo?
R. Tengo más en la memoria al rey que decapitaron en Inglaterra.
P. Estuve a punto de proponerle realizar esta entrevista en una iglesia. ¿Por qué no me habré, atrevido?R. Porque yo me habría sentido sacrílego.
P. ¿Cuando viaja bulle en usted la posibilidad de una aventura fantástica?
R. No, desde hace 10 años.
P. ¿En qué consiste la politización actual de la cultura?
R. Ahora es la de la prensa, que la utiliza como arma arrojadiza.
P. Radio, televisión, teléfono móvil: ¿qué invento honra más al hombre?
R. La tele, que tiene tan mala prensa entre los escritores.
P. ¿Se podría legalizar la guerra en una democracia?
R. Me temo que ya está legalizada.P. ¿Le preocupa algo que no sea usted mismo?
R. Sí, mis allegados, que es palabra anticuada.
P. Cuando fue profesor en Oxford, ¿qué aprendió?
R. Aprendí a ser más educado, más hipócrita y a tener más sentido del humor.
P. Y cuando enseñó en EE UU, ¿dijo alguna mentira? .
R. Qué remedio, era una Universidad sólo femenina.
P. ¿Recuerda una mentira?
R. Mentía todo el rato.
P. ¿Ligó mas en esas universidades o en la Complutense?
R. Como profesor siempre he vivido castamente.
P. Tiene algo de ser extraterrestre su expresión: ¿acierto?
R. Quizá en mis personajes.
P. ¿Apreciaría que todos los premios literarios fuesen económicos y nunca honoríficos?
R. ¿Por qué no? El dinero no quita el honor.
P. ¿Hubiese querido ser hijo de Onassis?
R. Creo que no me hubiese gustado la hermana que me habría tocado en suerte.
P. ¿Qué ama?
R. No uso mucho ese verbo.
P. ¿Hay en usted una brizna de superioridad respecto al prójimo?
R. Prefiero el complejo de superioridad al de inferioridad.
P. ¿Va a manifestaciones pacifistas?
R. Sólo he ido a una, más bien pacífica, contra los chirimbolos.
P. ¿Prefiere encontrar su mejor amigo en el reino de los justos o en Alcalá-Meco?
R. Para el reino de los justos falta demasiado tiempo.
P. ¿Va al fútbol o lo ve en la tele?
R. Ambas cosas.
P. ¿Qué es el fútbol aquí?.
R. Es una cosa que se va ennobleciendo y es parte de nuestra educación.
P. El último chic es comprar un equipo de fútbol. ¿Le tienta el asunto?
R. Me tienta, pero no soy magnate ni constructor dudoso.
P. ¿Leyó todos los libros de su padre?
R. No todos, ha escrito muchísimos.
P. ¿Piensa que Camilo José Cela escribe cada día mejor?
R. Me gustaría pensarlo de cualquier escritor, pero no es así en este caso..
P. "Lo que ocurrió esas dos noches lo tengo grabado, todo ha dejado rastro". ¿Por qué me estremeció este párrafo de su novela?
R. Porque lo normal es que casi nada deje rastro.
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