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TVE estrenara en horario estelar el éxito norteamericano 'Chapuzas en casa'

Ha reventado los audímetros norteamericanos en las últimas temporadas, así que es lógico que TVE-1 haya decidido incluir la telecomedia Chapuzas en casa (Home improvement) en la apertura de su nueva temporada y en horario estelar. No tiene la altura de Roseanne o de La hora de Bill Cosby, pero ha salido de las mismas manos: Matt Williams. Antes de debutar en televisión, Tim Alen, su protagonista absoluto, era un humorista hecho en los clubs, especializado en lo que los anglosajones llaman "macho humor". Aquí, ese mismo humor refinado por la casa Disney (la productora), lo pone al servicio de la carpintería familiar.

En Chapuzas en casa hay bricolaje en el hogar y en los platós de televisión, porque Allen es Tim Taylor, "el hombre herramienta", presentador en una cadena por cable de Detroit de un espacio televisivo, Tool time, dedicado a la mejora del hogar. Todo el éxito que tiene Taylor con la audiencia en el estudio es frustración con su platea familiar, mujer y tres hijos que le conocen por lo que es: un pelín zoquete. Chapuzas en casa (estrenada en septiembre de 1991 en la cadena ABC) llevó a la televisión ese humor que hacía chistes sobre el tan traído y llevado movimiento de liberación masculino y sus pintorescas manifestaciones. Un humor inspirado en el personaje y la rutina que el propio Tim Allen venía explotando en la escena y, ocasionalmente, en especiales de la televisión, como Los hombres son unos cerdos (en la cadena por cable Showtime).¡Más potencia!", es el grito de guerra del protagonista, y ahora de millones de norteamericanos ante cualquier problema. Su chauvinismo le mantiene a la defensiva, siempre alerta en su masculinista acotación de lo que llama su "zona de hombres". Pero cualquiera puede ver las debilidades que ocultan sus maneras de gruñón y neandertalis, tan buenas para la identificación. como para su ridiculización.

La comedia tiene dos escenarios privilegiados: el programa de televisión que Tim presenta, una pequeña telecomedia en sí, y su hogar. Como es un show dentro de un show, Chapuzas en casa ha tenido que echar mano de dos tipos de audiencia en estudio: la que asiste a la grabación de la serie y al lado, en un espacio adyacente, la que asiste a la grabación de Tool time. La primera es de verdad; la segunda está compuesta de actores y extras. La transición entre un espacio y otro se hace con una solución gráfica a base del propio material de bricolaje.

Aparte de número uno en la telecomedia, Allen se prodiga en las librerías, en las que reluce con su inofensiva misoginia Don's stand to close to a naked man, una obra firmada por el cómico que ha sido durante varios meses éxito de ventas. Y parece que todo lo que toca este señor se convierta en oro, como la película Santa Claus, con la que debutó, de la mano de Disney de nuevo, en la pantalla grande. Atrás han quedado aquellas pesadillas de Allen en las que soñaba que su carrera triunfal se hundía porque los patrones de Disney descubrían su real pasado delictivo (dos años en prisión por tráfico de cocaína hace 14 años). Al final, y temiendo el arte de sabueso de la prensa amarilla, Allen decidió confesar. Disney y el público perdonaron.

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