Escartín decide hoy si ficha por Kelme o Banesto

Parte del futuro del ciclismo español está en juego antes incluso de que comience la Vuelta. El hombre de quien más se está hablando las vísperas de la carrera no correrá siquiera la Vuelta. Fernando Escartín, un ciclista aragonés, apareció por la espectacular presentación de la ronda, pero sólo para apaciguar los ánimos. El director de su equipo actual, Juan Fernández, acababa de recibir la pitada del siglo por no permitir al héroe regional al disputar la Vuelta. Entre bastidores, negociaciones. El ciclista español más prometedor deshojaba la margarita entre dos ofertas millonarias, la del Kelme, que busca un líder para los próximos años, y la del Banesto, que quiere controlar la sucesión de Induráin. La decisión tenía previsto tomarla este mediodía.

Juan Fernández, director de Mapei, habla de traición y de "puñalada por la espalda". Cuenta Fernández que Escartín, de 27 años, le dio el acuerdo verbal a una oferta de 35 millones de pesetas anuales más una prima de 15 millones por ganar la Vuelta. "Para mí eso era sagrado", dice Fernández, "pero el Kelme le ofreció más de 50 millones y Escartín se dejó querer. Así que decidí que no corriera la Vuelta. ¿Con qué moral iba a correr el equipo para él?".Parecía que la cosa quedaba ahí, pero Escartín no firmó con Kelme. El Banesto entró en la puja. "Nos gusta desde hace años", dicen en el equipo bancario, que ayer terminaba de negociar con José Ignacio Labarta, representante del corredor.

Fernández y el Mapei, que cuentan con gran parte de los mejores ciclistas españoles, están sufriendo la aparición de otro equipo ambicioso. Escartín vale lo que se esté dispuesto a pagar por él. Su cotización -es un corredor que aún no ha ganado nada importante pero que ofrece unas garantías cumplidas de progresión- varía según las necesidades del ofertante. El Kelme, que se ha reforzado con el director Javier Mínguez y que seguramente contará con Vicente Aparicio y Mikel Zarrabeitia, necesita un líder, ahora que Cubino se acerca a su ocaso. El Banesto, que perdería precisamente a Aparicio y Zarrabeitia, necesita un corredor joven más para seguir controlando el postindurainismo. En el Banesto, además, han acogido con dolor la decisión de su corredor Aitor Garmendia de fichar por el ONCE, y temen que Juan Fernández "caliente las orejas" a Vicente Aparicio. Y Juan Fernández necesita a su corredor porque su posición dentro del Mapei está sustentada actualmente en la figura de un Rominger de 34 años. Javier Mínguez, actualmente en el Banesto, se ha desmarcado de la situación. No sabe, no contesta. Su posición es lógica.

Liderazgo

Álvaro Pino, director del Kelme, confiaba en que Escartín se decantara por su equipo, ya que, a igualdad de dinero -más o menos 55 millones de pesetas- le ofrecen el mejor proyecto deportivo: ser líder del conjunto colmaría las ambiciones del ciclista aragonés. Pero todos los que negocian han sido ciclistas en su juventud. Y todos saben que su principal móvil, también entonces, era el dinero. Banesto, sin embargo, no le ofrece a Escartín un lugar a la sombra de Induráin. Escartín sabe que el calendario de Induráin está supeditado al Tour y que, fuera de la ronda francesa, ofrece posibilidades de liderazgo a otros corredores. Hombres como Delgado, Bernard, Montoya o Casero, por poner cuatro ejemplos, han logrado triunfos sonados al lado de Induráin.