Seis millones de británicos contemplan la autopsia de un supuesto extraterrestre

El episodio mejor documentado de la presunta visita de extraterrestres a nuestro planeta fue emitido la noche del martes en el Reino Unido por la cadena comercial de televisión Channel 4. Durante una hora, testigos presenciales de los hechos, ocurridos en plena guerra fría, en 1947, en Nuevo México (Estados Unidos), rememoraron El incidente de Roswell. En dicha localidad aseguran haber visto un platillo volante y a sus tres tripulantes. La cinta, presenciada por casi seis millones de británicos, incluía por vez primera la autopsia de uno de dichos cuerpos.Con o sin ella, el programa consigue convencer de que algo sucedió el 4 de julio de 1947 en Roswell, una pequeña ciudad cercana a la base militar del mismo nombre. Pero no tiene que esforzarse para lograrlo. El propio Ejército norteamericano emitió una serie de comunicados contradictorios que alimentaron toda clase de sospechas. Algunos vecinos, entre ellos un militar retirado, un periodista y el encargado de la funeraria aseguraron haber sido amenazados si hablaban más de la cuenta. Sus recuerdos resultarón más convincentes que las controvertidas imágenes de la autopsia.

En las mismas puede verse un cuerpo femenino, calvo y con 24 dedos. Su abdomen abierto incluye una masa informe de tejido. La cámara se mueve nerviosa y no hay sonido. El operador, que rehusó aparecer en el programa, asegura disponer del original filmado en un hangar militar.

La primera explicación oficial del incidente hablaba de un globo meteorológico. Años después se dijo que el aparato servía para detectar radiactividad. La base de Roswell experimentaba con la bomba atómica y quería averiguar si la Unión Soviética tenía ya la suya. Los críticos suponen que se encubre tal vez un fallido experimento secreto militar. Los crédulos sostienen que la ciudadanía debería saber a estas alturas la verdad. Channel 4 se mantiene neutral pero no renunció a cierta dosis de espectáculo visual. El lenguaje empleado en el programa era seudocientífico y apareció en un día dedicado a la ficción científica.