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Aznar dice que el PNV amenaza al Papa por imponer un obispo vasco para Bilbao

José María Aznar no dudó ayer en atribuir a "la debilidad del Gobierno" las dificultades de España en sus negociaciones con otros países y puso como ejemplo el convenio de pesca entre la UE y Marruecos. En el inicio del curso político, Aznar se desplazó a Onda, una localidad castellonense cercana a Oropesa, su residencia de vacaciones, para presidir una cena con un millar de militantes, a razón de 4.000 pesetas el cubierto. El líder del PP, en una rueda de prensa, dijo que el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, ha amenazado al Papa por imponer que el obispo de Bilbao sea vasco.

[El obispo de Mondoñedo-Ferrol, José Gea, afirmó ayer, en respuesta a la exigencia de Xabier Arzalluz de que el nuevo obispo de Bilbao sea vasco: "Los intereses y problemas de la Iglesia en Bilbao no son los del PNV". Y recordó que declaraciones como las de Arzalluz equivalen a querer politizar la Iglesia, informa Europa Press].En una reunión con los periodistas en Oropesa, unas horas antes de la citada cena, Aznar subrayó que su objetivo se centra en preparar el futuro de España con un Gobierno del Partido Popular. Tras calificar de "espectáculo lamentable" los enfrentamientos entre las Fuerzas de Seguridad, el presidente del PP añadió: "Se hace imprescindible la reconstrucción de los servicios de seguridad para dotarlos de mayor eficacia".

Aznar reiteró su tesis de que tina negociación con ETA es inviable. "No hay más solución que el abandono de las armas" , comentó. "Los terroristas y quienes políticamente los sostienen deben saber", manifestó durante la multitudinaria cena, "que con el PP no habrá nunca una negociación política. Con el terrorismo no caben soluciones intermedias". En opinión de Aznar, ETA intenta aparentar que existe un escenario político de transición que beneficia a los intereses de la banda armada.

El líder de la oposición se refirió al "nerviosismo" de Convergència tras el fichaje del ex diputado Josep Maria Trias de Bes y precisó que no le parece lógica la actitud del partido de Jordi Pujol. A juicio de Aznar, los populares se entienden y pactan con fuerzas nacionalistas y regionalistas en toda España, salvo en Cataluña. Por ello, responsabilizó a Pujol de la ausencia de entendimiento y restó importancia a sus dos entrevistas con el dirigente de Unió Democrática Josep Antoni Duran i Lleida.No obstante, el presidente del PP apuntó al futuro tanto en su comparecencia ante los periodistas como en su intervención en la multitudinaria cena. "No estoy dispuesto", subrayó, "a administrar la quiebra moral de la nación que me quieren dejar por herencia, vamos a trabajar para abrir un nuevo cauce de confianza, de esfuerzo y de trabajo".

Aznar no eludió abordar el conflicto de la sequía en una Comunidad Valenciana que padece este problema con especial gravedad. "Se trata una vez más", comentó en el mitin, "de una falta de gestión inaceptable. Con la quinta parte de los gastado en los fastos de 1992, hoy el problema de la falta de agua sería mínimo". Acompañaban a Aznar el presidente de la Generalitat valenciana, Eduardo Zaplana y el dirigente del PP en el País Vasco Jaime Mayor Oreja.

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