Dimite la presidenta del PRI tras varias derrotas electorales

María de los Ángeles Moreno ha tirado la toalla. La presidenta del Partido Revolucionario Institucional (PRI) presentó a última hora del viernes (madrugada de ayer en España) su renuncia. El partido gobernante en México había sufrido bajo su dirección un revés electoral tras otro en los últimos meses, lo que agudizó un enfrentamiento interno que se salda ahora con su salida. Le sucede Santiago Oñate, secretario de Trabajo. Con este nombramiento, el PRI trata de atajar su fractura y reactivar la reforma interna en un intento de no perder la carrera hacia los comicios que se avecinan.La ya ex presidenta del PRI, que llegó al cargo aupada por su mentor político, el ex presidente Carlos Salinas, sucumbió oficialmente ayer en una reunión de la cúpula priísta, tras nueve meses de conflictos continuos al frente del partido. El deterioro del PRI hacía impostergable el cambio de su dirección. Según fuentes de la Ejecutiva, la desacreditada reforma del partido impulsada por Moreno era un fracaso y se había convertido en una pugna abierta entre la vieja guardia priísta y los aperturistas.

En la práctica, la salida de la presidenta, oficialmente a iniciativa propia, es una concesión a las numerosas presiones que ya pesaban sobre ésta. La llegada de Santiago Oñate abre la puerta a "un reformismo que deberá rehacer el agotado parto entre los distintos grupos priístas", añaden las fuentes.

Principales tareas

Un escándalo sobre la financiación de la campaña del presidente Ernesto Zedillo, manejado pésimamente por el PRI, y la falta de reflejos ante algunos acontecimientos políticos que han sacudido México últimamente, como la matanza de campesinos en el Estado de Guerrero, contribuyeron a cavar su tumba. Moreno fracasó también en las principales tareas que tiene pendientes el PRI: la reforma interna del partido y el diálogo nacional para la transición democrática.Bajo esta corta presidencia, el PRI ha perdido cuotas de poder en los comicios celebrados este año. De las elecciones para renovar el Gobierno en cinco Estados, el partido oficial sólo ha ganado dos, que, además, están impugnadas.

Con Oñate a la cabeza, el PRI se prepara para la carrera electoral de 1997, fecha en la que se renovará el Congreso y se elegirá, por primera vez por vía directa, al regente de la ciudad de México.

La oposición del Partido de la Revolución Democrática acogió con cautela el cambio en el liderazgo del PRI, mientras que el Partido de Acción Nacional mostró indiferencia.

Por otra parte, ya se han recogido 300.000 firmas de mexicanos que apoyan la candidatura del obispo de San Cristóbal de las Casas (Estado de Chiapas), Samuel Ruiz García, al Premio Nobel de la Paz 1995. Los promotores tienen previsto entregar las firmas en la Embajada de Noruega en México, el próximo día 30, para que las entregue al comité que otorga ese premio.