Una chica de 13 años es la herida mas grave los 11 lesionados en el encierro de Leganés
En el primero de los tres encierros de las fiestas patronales de Leganés, que se prolongó ayer desde las 8.05 a las 10.26, 11 corredores resultaron heridos por asta de toro, la más grave una niña de sólo 13 años. Los menores de 18 años no pueden participar en estos festejos, según la ley, pero entre los heridos se cuentan tres menores. Por otro lado, el encierro duró 21 minutos más de lo permitido (dos horas como máximo) y la pretensión de la Comunidad de que los encierros durasen media hora ha quedado en agua de borrajas.
María Tamayo Vivar, de 13 años, vecina de la zona centro de Leganés (178.000 habitantes), tuvo que ser trasladada con pronóstico grave al hospital Severo Ochoa de la localidad, tras ser atendida en primera instancia en el equipo quirúrgico móvil instalado junto a la plaza de toros. La pequeña sufre fractura de tibia por aplastamiento de uno de los astados y su pronóstico es grave.También fueron trasladados al hospital para ser sometidos a observación cuatro heridos más: Elisa Nájera Castro, con una cornada en la zona inguinal; Isabel Rosa Ortega, de 22 años, con una herida por asta en la rodilla izquierda; Susana Jiménez Antúnez, con una contusión en el cuello y un posible traumatismo cráneoencefálico y Jesús César Boada Fernández, de 20 años, con traumatismo abdominal por embestida de toro.
Los restantes heridos, entro los que también se encuentran dos menores de edad, uno de 16 años y otro de 17, sufren puntazos y heridas de carácter leve. Sus nombres son: Alejandro Sánchez [de 16 años, con una herida inciso, contusa], Epifanio Carrillo, Narciso Domínguez, de 22 Raúl Cruz, José Benítez y, Kevin O'Connor, un irlandés de 17 años, que fue cogido junto a su novia al entrar los toros por primera vez en la plaza con el lógico tumulto de corredores.
Narciso Domínguez, de 22 años, no volvió a entrar al recorrido después de la cogida, pero aseguraba que mañana estará en el encierro. Le cogió un novillo. "Me puse delante porque me apetecía", aseguraba mientras mostraba los rasguños que le ocasionó la cogida.
A las 8.05 de la mañana un cohete anunció la salida de los tres cabestros y la primera de las vaquillas. Con diferencia de minutos, irían saliendo después dos novillos y otras dos vacas. A unos 20 metros los primeros corredores esperaron las embestidas en la calle Juan Munoz.
Un recorrido de 700 metros por esta calle y la de Butarque que los astados tardaron pocos minutos en cruzar por primera vez. Después, por espacio de más de dos horas, entrarían y saldrían de la plaza en múltiples ocasiones en busca de un espacio donde se agolpaban cientos de personas.
Respecto a la larga duración de los encierros, el alcalde de Leganés, José Luis Pérez Ráez, que desconocía la nueva normativa, sólo aludió a los 21 minutos que en su opinión se habían superado de la duración máxima autorizada y culpó de ella a la negativa del último toro a entrar en la plaza. El regidor pidió que la Delegación del Gobierno imponga una sancióri que corresponda con la infracción y criticó las multas impuestas en los dos últimos años al Ayuntamiento. La del año pasado, de 800.000 pesetas, fue recurrida por los servicios jurídicos municipales. Para el alcalde lo más lamentable de la jornada de ayer fue la cogida de María Tamayo Vivar.
Fuentes del equipo quirúrgico añadieron ayer que habían atendido a otras 18 personas con golpes producidos bien por el toro o por las talanqueras. El pasado año, en Leganés se produjeron 45 heridos en los encierros, según recordaba el gerente regional de Asuntos Taurinos, Pedro Mora, en respuesta a una pregunta sobre la participación de niños, ancianos y borrachos en los encierros.
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