Algunos colegios mayores sonsacan a los alumnos sus ideas religiosas

Los universitarios que durante el próximo curso quieran alojarse en un colegio mayor madrileño no sólo tendrán que pagar entre 80.000 y 100.000 pesetas al mes, que es lo que suelen cobrar a sus moradores este tipo de instituciones; también, en determinados centros, durante el proceso de admisión, a los aspirantes a colegiales se les preguntará sobre cuestiones que van desde los ingresos paternos hasta el periódico que leen pasando por sus preferencias religiosas.El colegio mayor Santo Tomás de Aquino, uno de los más caros - 114.000 pesetas al mes y otras 5.000 pesetas de fianza-, es también el más exigente solicitando referencias de los estudiantes que pretenden vivir en sus dependencias. En su cuestionario pregunta a qué personas o instituciones se puede solicitar informes del estudiante. También indaga sobre la profesión y el nivel de estudios de los padres. Su formulario incluye los siguientes interrogantes: "¿Qué opina del problema religioso o de la dimensión religiosa del hombre?", "¿Qué periódicos y revistas lee habitualmente?".

El colegio mayor Loyola, entre otras cuestiones, solicita que el aspirante describa "brevemente cómo ve la situación actual de España y del mundo" y si ha pertenecido "a alguna organización juvenil, voluntariado, club o asociación".

Menos frecuente es la cuestión sobre si se padece alguna enfermedad crónica, incluida en su cuestionario por el colegio mayor Diego Covarrubias, de la Universidad Complutense.

Participar en la tuna

Uno de los más originales haciendo preguntas a los estudiantes es el colegio mayor Jiménez de Cisneros. Entre las curiosidades de su cuestionario destaca el proselitismo realizado por este colegio para captar nuevos elementos para la tuna: "¿Estaría dispuesto a formar parte de la tuna del colegio?", es una de las cuestiones prioritarias para este centro.La pregunta sobre la prensa que lee el aspirante, al que se le pide también que especifique cuál es su sección preferida, es la que más se repite en los cuestionarios después de la relativa al nombre y la edad del estudiante.

Otro asunto que parece formar parte del perfil que los responsables de los colegios mayores quieren conocer de sus solicitantes son los libros y películas que han visto últimamente, con el fin de informarse de sus inquietudes culturales.

Las tarifas de estos y otros centros del distrito universitario experimentarán en el curso 1995-1996 un aumento al menos igual a la inflación y presentan algunas diferencias según el colegio que se elija para residir.

El colegio mayor Castilla cobró el pasado curso 90.000 pesetas; el colegio universitario Diego Covarrubias, 76.000; el colegio mayor. Alcalá, 83.995 pesetas; el Jiménez de Cisneros, 80.000, y el colegio mayor Loyola, 70.000 más el IVA.