El desbordamiento de los arroyos bajo ambos pueblos provocó el desastre

El volumen de agua caído sobre las dos localidades alcarreñs de Yebra y Almoguera no fue excesivamente alto, unos 60 litros por metro cuadrado. Lo que lo convirtió en una riada mortal fueron las especiales condiciones orográficas del terreno donde se asientan ambos pueblos. Unas veinte casas de Yebra están situadas sobre el cauce de un arroyo canalizado en parte. L lluvia desbordó la pequeñ corriente de agua y arrastró a su paso un muro que cayó sobre las viviendas. En el caso de Almoguera, el pueblo está asentado en la confluencia de dos arroyos, uno de ellos canalizado, que no pudieron asumir la cantidad de agua caída en pocas horas.Las fuertes tormentas de la tarde y noche del miércoles responden, según el Instituto Nacional de Metereología (INM) a una situación relativamente normal para la época del año. Según Patricio Antón, del INM, no pueden ser calificadas exactamente de gota fría, sino que son las típicas tormentas de verano que, al coincidir con temperaturas frías en las capas altas de la atmósfera mientras hay altas temperaturas y humedad en los niveles bajos, provocan las trombas de agua.

La situación de alerta ante nuevas tormentas continúa para la mitad noreste peninsular, por lo que es conveniente estar al tanto de las predicciones metereológicas. Protección Civil ha recomendado que, en caso de ser sorprendidos por la lluvia en la carretera es mejor abandonar el coche si el agua sube de nivel y dirigirse a una zona alta.